Cuatrocientas cruces, la cuarta parte de ellas procedentes de diferentes lugares del mundo, componen una de las muestras más curiosas que se pueden contemplar en este momento en la ciudad de València y que se puede contemplar (oficialmente desde el día 15) en la sede de la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos del Canyamelar (en el número 92 de la calla José Benlliure). La cruz, como elemento de la cultura y tradición desde hace dos milenios, está extendida por todo el mundo y bajo todo tipo de formas. Eso es lo que puede apreciarse en la sede del colectivo de la Semana Santa. Entre las piezas más curiosas hay, por ejemplo, cruces procedentes de un rastro de efectos militares del Desembarco de Normandía, una realizada con madera de «clotxinera» valenciana, una muestra de cristos mutilados y no restaurados; hay cruces realizadas con madera del Polo Norte, una con un cristo negroide de Zimbabue o un cristo aparentemente en descomposición de México. Iconos, cruces de Tierra Santa se combinan con la cruz de los pobres (para poder realizar ofrendas de alimentos no perecederos) y el memorial a cristianos víctimas del terrorismo.

El Salón de las Cruces se inscribe dentro de las fiestas en honor a la Exaltación de la Santa Cruz, del 14 de septiembre y estará abierta hasta el 1 de octubre.