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Urbanismo

El parque de Malilla acabado en abril sigue sin abrir por las torres de luz no soterradas

El ayuntamiento no ha recepcionado las obras por el tendido eléctrico - Iberdrola está a la espera de los permisos de Industria

El parque de Malilla acabado en abril sigue sin abrir por las torres de luz no soterradas

Los vecinos del nuevo parque de Malilla, un espacio de verde de 70.000 m2 con huertos urbanos y varias alquerías recuperadas y destinadas a uso público, han denunciado que esta infraestructura,acabada desde hace casi medio año, siga vallada y sin uso y con la maleza y la degradación avanzando por falta de mantenimiento. El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, visitó en abril las obras de urbanización y ajardinamiento y anunció que en breve el parque se abriría al público. Sin embargo, la apertura del jardín no llega, según explicaron fuentes municipales, porque Iberdrola no ha llevado a cabo el soterramiento del tendido eléctrico previsto.La compañía, por su parte, aseguró que las obras de soterramiento las lleva a cabo el urbanizador y añadieron que Iberdrola únicamente distribuye la electricidad una vez ejecutada la infraestructura. Según la eléctrica, el urbanizador está a la espera de los permisos del servicio territorial de Industria, dependiente de la Conselleria de Economía.

Según informaron fuentes de Iberdrola, en estos momentos los proyectos de desvío de las líneas eléctricas que se han presentado ya tienen la autorización administrativa del servicio territorial de Industria y Energía, pero falta que obtengan la autorización de los dos centros de reparto que también están en el proyecto. En cuanto los obtengan, el urbanizador podrá ejecutar esta parte de la infraestructura eléctrica, solicitar el descargo para conectar las nuevas líneas subterráneas y proceder a desmantelar las torres y el cableado aéreo. Un proceso para el que ninguna de las partes implicadas, ni el ayuntamiento, ni la conselleria ni la eléctrica dan plazos para desespero de los vecinos que durante años han sufrido los problemas del abandono de los terrenos del PAI de Malilla y que esperan desde abril para poder disfrutarlo.

Las obras de ajardinamiento, en las que tras años de paralización del PAI se ha tenido que empezar casi de cero, se han ejecutado antes de que estuvieran concedidos los permisos para soterrar las líneas. El soterramiento del tendido eléctrico es un proceso complejo desde el punto de vista técnico y burocrático, ya que no depende solo de la compañía distribuidora, que en estos casos tiene que recibir la documentación de la empresa urbanizadora, trasladar dicha documentación a un Organismo de Control Autorizado (OCA) para que compruebe que la documentación y las instalaciones se ajustan a la reglamentación vigente, y presentarla al servicio territorial de Industria y Energía. Hasta que no estén soterradas las líneas eléctricas, el ayuntamiento no puede certificar las obras ni asumir el mantimiento del jardín. Los vecinos aseguran que la urbanización del PAI, que ha costado 13 millones de euros, ha mejorado notablemente la movilidad en el barrio puesto que las calles sí se han abierto y pueden utilizarse, lo que evita los rodeos que hasta ahora tenían que dar los vecinos.

El PAI de Malilla, tal como informó este diario, es uno de los 30 desarrollos atascados en València por la crisis inmobiliaria que el Govern de la Nau ha empezado a reactivar. Los vecinos valoran el nuevo jardín, pero reclaman que se retiren las vallas para que los vecinos puedan usar este nuevo espacio verde. En el parque de Malilla, ubicado frente al nuevo hospital de la Fe, incluye además de una zona de huertos urbanos, espacios de juegos infantiles y zonas de esparcimiento para perros.

El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, aseguró en su visita al jardín el pasado mes de abril que el ajardinamiento y desarrollo de esta gran bolsa de suelo ubicada junto al bulevar permitirá mejorar la conexión de esta zona, construida sobre lo que fue entorno de huerta. Supondrá una «notable mejora de la calidad de vida». El PAI de Malilla, cuyas obras de urbanización se retomaron hace año y medio forma parte de uno de los 19 sectores urbanizables proyectados por el PGOU de 1988 y contempla la construcción de 2.313 nuevas viviendas (600 s de VPP) y dotaciones como un campo de fútbol. El sector tiene una superficie de 265.000 m2, de los que 112.000 (casi la mitad) son espacios públicos, dotacionales y deportivos. Se ha plantado arbolado como jacarandás, plátanos, gingko biloba, ciruelos y naranjos.

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