Las expecativas de Plan Cabanyal, la sociedad pública impulsora del proceso de rehabilitación de este antiguo barrio marinero, en relación a la segunda subasta de inmuebles de titularidad municipal se han visto superadas con creces. La oficina ha recibido 74 ofertas para las 14 propiedades que salieron al mercado, la mayoría pisos y algunas viviendas tradicionales, todos en estado ruinoso, ubicados en la denominada zona cero del Cabanyal, la más afectada por los derribos de la (ya derogada) prolongación de Blasco Ibáñez y la degradación social.

El consejo de administración del Plan Cabanyal, que gestiona gran parte de las casi 500 viviendas de propiedad municipal del barrio, decidió el pasado mes de julio sacar un nuevo lote de activos al mercado con el objetivo de impulsar la rehabilitación, revitalización y regeneración del barrio.

En este segundo proceso de subasta se incluyeron 14 propiedades, frente a las 13 propiedades de la primera subasta efectuada en 2016, que apenas suscitó interés en la primera convocatoria y cuyos inmuebles fueron colocados en sucesivas pujas.

El ayuntamiento de València ha puesto varias condiciones en los pliegos de la subasta para evitar la especulación en el barrio, entre ellas que solo pueda haber una propiedad por comprador, y que el destino sea necesariamente a la vivienda habitual o permanente del comprador, o el alquiler por espacio de al menos 10 años, prohibiéndose el uso para apartamentos turísticos. El incumplimiento de las condiciones de la adjudicación, puede ser causa de resolución del contrato de compra venta.

Las plicas se abrirán el próximo 16 de octubre y no se admiten ofertas a la baja. Los precios de salida oscilan entre los 17.000 y los 64.000 euros para viviendas con una superficie de entre 93 y 38 m2 ubicadas en las calles Progreso, Sol, Juan Mercader, Amparo Guillem, Luis Despuis, Mijares, Vidal de Canelles (donde se encuentra el único inmueble sin ofertante), Vicente Ballester y Padre Luis Navarro.

La Sociedad Plan Cabanyal reponsabilizó ayer a los anteriores gestores municipales del mal estado de las viviendas que se subastan, que «fueron comprados y abandonados y en ocasiones se derruyeron de manera intencionada en su interior, lo que ha provocado muchos de los problemas actuales de degradación que se vienen denunciando en el barrio, al margen de una disminución de su valor real».

La mayoría de licitadores proceden de Valéncia y L´Horta. Hay tres extranjeros pero tienen domicilio en València. El gerente de la sociedad, Vicente Gallart, aseguró que el Cabanya suscita cada vez más interés, algo que atribuyó a los planes de revitalización impulsados por el Govern de la Nau y la Generalitat.