Costó bastantes años, pero la ciudad de València ha conseguido consolidar un programa de festejos de Moros y Cristianos, coincidiendo con la fecha en la que, en el «cap i casal», se produjo el hecho de la recuperación por la cristiandad, de su territorio. Y aunque el 9 d´Octubre ha acabado por convertirse en una celebración a nivel autonómico, no deja de ser una efeméride que tuvo lugar en un lugar muy concreto, como es la ciudad de València.

Pero, al contrario que en otras ciudades, villas y lugares, desde Alcoi a La Vila, pasando por Ontinyent, Bocairent, Cocentaina o tantos otros, la ciudad no tenía una festividad emblemática cuando, posiblemente, la toma de la ciudad a manos de Jaume I fuera uno de los hechos más relevantes de todo el periodo. El asociacionismo festivo tenía sobrecarga en la ciudad y, de hecho, las iniciativas empezaron a surgir desde entramados festivos preexistentes. En estos momentos, la ciudad dispone de dos movimientos principales: uno en el Marítimo y otro en el centro, independientemente de aquellas celebraciones que enriquecen el programa de las Fallas, con especial relevancia en los festejos que se celebran en las comisiones de Almirante Cadarso, Jacinto Benavente, Pío XI-Fontanares o la Plaza del Negrito.

La Federación Valenciana de Moros y Cristianos cobra el protagonismo durante los primeros nueve días de octubre. Y si el pasado fin de semana ya causaron la sorpresa entre los viandantes con la celebración de los primeros eventos (las embajadas y el alardo), ayer se pusieron en marcha dos nuevos eventos.

Por una parte quedó inaugurado el Mercado Medieval, que estará abierto durante los próximos días y que, además, es una de las principales fuentes de financiación de la Federación. Por la tarde fueron las comparsas infantiles las protagonistas. Niños pertenecientes a las diferentes asociaciones participaron en un recorrido por las calles Caballeros y Serranos.

Son el anticipo del gran festejo del domingo y que supone, además, el final de la jornada festiva. La Entrada contará en su edición de este año con dos novedades: la Subida de Cabos, en el que los cabos de cada escuadra desfilarán en sentido inverso a la entrada (Ayuntamiento-San Vicente-Paz) como previo al acto, que empezará a las cinco de la tarde.

Joaquín Benavent, de la comparsa Mío Cid, y Francisco Esteve, de Omeyas, ostentan las capitanías de cada bando y serán, ellos y sus boatos, los remates del desfile de cada bando. Entre los momentos a destacar están el espectáculo «Human no Limits», que actúan por primera vez, la participación de la Banda Russafa-fa, el ballet especial de Sara Guirado y el espectáculo «La Fam», con muñecos articulados.

Tres comparsas debutarán este año: Berebeguts, Els Alforins y Els Russafins, todas ellas moras. Y también participan como huríes la fallera mayor de 2016, Alicia Moreno (Sofía Soler y sus falleras lo hicieron ayer), con su Corte de Honor, que lucirán un traje de africanas, para cerrar la Entrada. En la tribuna, las dos falleras mayores y cortes vigentes tendrán en este evento su último acto oficial. La duración aproximada sea de dos horas y media. Hay que tener en cuenta, para quienes ocupan localidades cerca de la plaza del Ayuntamiento, que allí el horario se retrasa: La apertura se hace a las 17:00 y la salida de la última escuadra está prevista hacia las 19:15.