Las obras de construcción de un túnel que conectará la A-3 con la V-30, que inició hace más de un mes el Ministerio de Fomento, han provocado un aumento de más de 5.000 vehículos diarios que usan las vías alternativas propuestas en el casco urbano de València. La avenida de Tres Cruces y el Camí Vell de Picanya son las más afectadas por este notable incremento del tráfico, que se ha traducido en esporádicos embotellamientos.

La avenida del Cid, Tres Cruces y el Camí Vell de Picanya son las tres vías que Fomento recomendó como alternativas al corte del tráfico en la incorporación de la A-3 a la V-30 en dirección al puerto. Aunque los usuarios pueden progresar por la A-3 en dirección Quart de Poblet para usar otro de los desvíos propuestos, la complejidad de este itinerario ha sido descartado por muchos automovilistas, que prefieren desviarse por la trama urbana de València.

En la avenida Tres Cruces el Ayuntamiento de València cuenta con dos puntos de medición de la intensidad del tráfico. En el primero, junto al Hospital General, circularon en septiembre 5.133 coches más que en el mismo periodo del año pasado. En el segundo punto la cifra fue de 4.867 (+8%).

En el Camí Vell de Picanya, vía que conecta con el enlace de la V-30, el aumento es mucho mayor. En el primer punto de medición pasaron en septiembre 11.090 vehículos más que el año pasado (+15,2%), mientras en el segundo punto fueron 4.496 (+5,4 %), según datos del Centre de Gestió de Trànsit. Llama la atención que en Archiduque Carlos bajó la intensidad media diaria y en Tres Forques se mantuvo igual, por lo que el aumento en Tres Cruces y Camí Vell de Picanya es claramente una consecuencia de las obras de la A-3. En total, y contando el aumento de la Av. del Cid y la A-3, la subida media es de 5.165 vehículos diarios.