No hay ganas de entrar en conflictos entre los farmacéuticos valencianos y menos cuando València tampoco fue la ciudad elegida en su día para competir por acoger la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) tras su salida de Londres forzada por el Brexit. «Se apostó por Barcelona y mientras impere la cordura, que así será, y haya posibilidades, lo respetaremos», aseguró ayer Jaime Giner, presidente del Muy Ilustre Colegio de Farmacéuticos de Valencia (Micof) y presidente de turno del consejo autonómico de profesionales. «No queremos entrar en guerras», añadió, recordando que tampoco en el seno del Consejo General se está buscando activamente un plan B si la candidatura de Barcelona, bien posicionada frente a sus competidoras europeas, ve mermadas sus posibilidades a consecuencia del «procés». «Si ahora hay un movimiento político, nos es externo», insistió Giner que recordó que tampoco en su día las instituciones apostaron por València como posible sede, propuesta «a la que nos hubiéramos apuntado y que nosotros tampoco pudimos liderar, algo que me duele no haber podido hacer». El gobierno valenciano, de hecho, apostó por respaldar la iniciativa del Ayuntamiento de Alicante que sí se postuló para ser la sede que España defendiera en Europa, aprovechando las «sinergias» que se podrían generar al contar ya con la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO)