«Parece una caravana o una tienda de campaña», así describe Teresa Rodríguez, arquitecta del proyecto, la casa construida por un grupo de alumnos de la Estav-UPV con apenas 1.000 euros. La vivienda, que forma parte del Taller de Proyectos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, puede plegarse y desplegarse siempre que se quiera para transportarla en coche a cualquier lugar.

Los alumnos fueron los ganadores entre otros proyectos de la Estav y recibieron como premio poder construirla con la financiación de la Escuela.

La vivienda cuenta con 7,5 metros cuadrados -1,29 metros cuadrados plegada-, repartidos en dos zonas. En la delantera

encontramos el comedor y la cocina, provista de una encimera fija y armarios y cajones, donde guardar los utensilios y las sillas y la mesa. La parte de atrás es independiente del resto para conseguir privacidad y es donde se encuentra el dormitorio. En el paso entre la cocina y el comedor encontramos la ducha.

Esta revolucionaria vivienda está pensada para que dos personas convivan durante una semana, por ello cuenta con instalación para la electricidad y el agua.

Para su construcción se ha utilizado principalmente la madera, porque abarataba los costes y se han reutilizado materiales como la tela que funciona de techo, que es reciclada y ha sido cosida a mano. La cubierta se ha realizado con placas de poliestireno y juntas flexibles para garantizar que pueda ser plegada y la parte superior supera los dos metros de alto para garantizar el confort en su interior.

Actualmente se encuentra en el Colegio de Arquitectos de València y posteriormente pasará a la Escuela, donde será expuesta en el recibidor.

Por el momento no es más que eso, un proyecto, y no está pensada su venta ni la construcción de nuevos ejemplares para su comercialización.