Un total de 7.500 ciudadanos de València fallecieron en el año 2015. Es el último dato oficial del que se dispone. El ciclo de la vida es inexorable y la muerte, natural o accidental, forma parte del día a día del ser humano. No hay marcha atrás. Y por eso, mientras en una casa se da la bienvenida a la vida, en la de al lado se despide una. En ese último ejercicio registrado hubo más fallecimientos de mujeres, pero cerca de la paridad: 3.865 por 3.635 hombres. De ellos, tan sólo 29 de 19 años o menos. De lo diez bebés, ocho fueron por afecciones originadas en el periodo prenatal, uno por cáncer (la única enfermedad que no respeta ningún segmento de edad, de cero a más de 85 años) y otro por anomalía congénita.

¿De qué mueren los valencianos? Se cumplen dos de las tristemente célebres "C": Cáncer y Corazón. Está más lejos, bastante más, la tercera: Carretera. Pero es que un ser humano se puede morir de muchas maneras. La Organización Mundial de la Salud dispone de una Clasificación Internacional de Enfermedades, en continua revisión. Ahora mismo está formada por 102 epígrafes, reagrupables a su vez en un grupo más generalista de 21. Por ejemplo, el concepto de "Tumores" se puede desglosar en 31 patologías diferentes, en función del órgano u órganos afectados (piel, ovario, próstata, mama, páncreas...). La otra gran causa de fallecimiento, el sistema circulatorio, sólo reúne nueve, cosa normal al tratarse de una parte concreta del cuerpo humano (infarto, insuficiencia, arterioesclerosis...).

La principal causa de fallecimiento entre los ciudadanos valencianos ha sido el cáncer de pulmón, tráquea y bronquios, con 471 personas fatalmente afectadas en 2015. La enfermedad del fumador, que no condición indispensable. El aparato respiratorio es el que más veces se ve afectado por las tumoraciones, más del doble que, por ejemplo, el cáncer de colon (el segundo más letal) o el de páncreas. A pesar de sus notables posibilidades de recuperación, prácticamente uno de cada tres días fallece una valenciana por cáncer de mama, lo que da a entender la necesidad del diagnóstico precoz. El que menos muertes provoca, también por su escasa frecuencia, es el tumor que se produce en alguna parte de los órganos genitales masculinos y que no se produzca en lugares habituales, como la próstata.

La segunda causa de fallecimiento en la ciudad de València es la misma que a nivel mundial: las enfermedades cerebrovasculares. Isquemias o derrames cerebrales con sus efectos superables o fatales. Prácticamente va a la par con el cáncer pulmonar. Este particularmente triste podio lo completa la insuficiencia cardíaca, que supera a bastante distancia al infarto, más rápido y traumático. Por detrás ya hay enfermedades que contribuyen a considerar que la persona ha fallecido "de viejo": Alzheimer y trastornos seniles.

Hay causas de fallecimiento prácticamente anecdóticas, pero no por ello menos dolorosas: cinco fallecidos por homicidio, cuatro por gripe, tres por tuberculosis (enfermedad que, no hace tantas generaciones, se llevaba a la gente, y especialmente a los niños, a centenares), dos por meningitis o una por parto.

Las estadísticas municipales señalan que los fallecimientos producidos en 2015 provocaron la pérdida de hasta 41.634 años de vida. Cada fallecido de la ciudad se dejó una media de 5,5 años de vida por disfrutar. Es el resultado de aplicar una ecuación entre la edad en que se produce el deceso y la esperanza de vida media de 80 años, sumando los años o restándolos cuando el fallecido superó esa edad.

Hay algunas enfermedades que no se han traducido de forma mortal en el año 2015: la infección meningocócica, trastornos mentales por abuso de alcohol o drogas, envenenamiento accidental o muerte súbita infantil. No hay tampoco ningún fallecido por el Virus de Inmunodeficiencia (VIH), pero sí 28 por Síndrome de Inmunodeficiencia (Sida).

Hay otros datos que están más actualizados. Por ejemplo, los fallecidos en 2016 fueron unos pocos menos: 6.884 y es invierno el más peligroso: los cuatro meses con más fallecidos incluyen esa estación: Diciembre (658), Marzo (644), Enero (641) y Febrero (603). Junio, con 488, fue el que menos decesos registró.