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La «Catalina» puede volver un siglo después

Mestres Campaners quiere reconstruir la mítica campana y colocarla en su templo

La iglesia de Santa Catalina tiene hoy en día solo dos campanas . M.M

Ya han pasado más de cien años desde que en la Iglesia de Santa Catalina no resuenan las notas graves en do de La Catalina, la mayor campana que ha tenido el templo hasta su destrucción en 1915. Hoy en día su ausencia pasa prácticamente desapercibida pero su llegada en 1729 a la ciudad de València fue motivo de discusiones y celebraciones a partes iguales.

La historia se remonta a 1705, cuando finalizó la construcción de la nueva torre de Santa Catalina. Los feligreses no acabaron satisfechos porque en el campanario solo había dos campanas que, a su juicio, no hacían justicia a una obra tan bella y excelente. Así pues, se decidió construir seis campanas para la nueva torre y después de algunas propuestas se aceptó la de Ricardo Phelps, fundidor en la Black Chapel de Londres, por su gran importancia en Inglaterra y porque mejoraba económicamente al resto de pujas.

El 2 de octubre de 1729 llegó a El Grao el navío inglés con las seis campanas, que fueron trasladadas hacia la torre en galeras tiradas por mulas, entre la música de clarines y timbales.

La Catalina, de 1.750 kilos, fue destruida en 1915, después de su traslado a la nueva parroquia de San Agustín. El resto desapareció entre 1936 y 1967. Ahora, la asociación Mestres Campaners pretende recuperar estas campanas por su importancia e interés histórico. Vicent Mesa, fundador de la asociación, reclama apoyo económico del ayuntamiento, asociaciones y particulares para llevar a cabo la iniciativa, que han colgado en la plataforma DecidimVlc y en Change.org.

Para llevar a cabo la reconstrucción de La Catalina necesitan un total de 60.000 euros y si el proyecto sigue adelante necesitarán 200.000 euros para reconstruir las demás: «Cuando suena una campana de estas dimensiones, instintivamente miras hacia arriba. Recuperarla sería bueno para una zona turística como la plaza de la Reina».

El vicepresidente afirma que su sueño sería que la Black Chapel realizara las réplicas, aunque ha cerrado después de 500 años: «Sería raro que después de tanto tiempo en el sector no reabrieran, si nos prestan el modelo las nuevas campanas serán lo más parecidas a las originales, si no, nos basaremos en los datos que tenemos para ello».

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