El director de la València Boat Show, Fernando Jiménez, aconseja que la primera pregunta que debe hacerse alguien que quiera comprar un barco es ¿para qué lo quiero?. Lo importante es «no autoengañarse» «Hay quien cree que va a dar la vuelta al mundo y luego no llega a Ibiza o quien se compra un barco pensando que va a usarlo todos los fines de semana y al final por uno u otro compromiso no sale», comenta en tono distendido Jiménez, quien asegura que la náutica es una afición «absorbente» y «terapéutica». Pero mantener un barco está al alcance de pocos. Al desembolso por la compra hay que añadir el mantenimiento (aproximadamente el 10% del valor de la embarcación), lo que ha hecho que durante la crisis económica se disparase la morosidad en el alquiler de amarres de la Marina.