El València Boat Show abrió sus puertas ayer en la Marina de València con aires renovados, 150 barcos recién salidos de los astilleras a la venta y altas expectativas de negocio, según sus organizadores. La feria náutica que desde 2009 se celebra en València cambio de estrategia el año pasado, cuando sus organizadores decidieron apostar por el barco nuevo y cambiar la fecha de celebración a otoño, entrando así en el circuito de mediterráneo de salones náuticos, donde destacan Cannes, Mónaco y Barcelona. Una decisión que ha elevado el caché del certamen valenciano, cerrando el año pasado con un cifra de negocio de 4,3 millones de euros (multiplicando por cuatro los ingresos de las primeras ediciones, cuando la oferta se ceñía a barcos de segunda mano) y 15.000 visitantes, que este año esperan incrementar hasta los 25.000. Así lo explica el actual director de la València Boat Show, Fernando Jiménez, quien destaca que este evento genera ingresos para la ciudad pues, además de los visitantes que atrae, mueve a 500 personas vinculadas a la organización y los expositores.

El giro que Fernando Jiménez dio al salón ha dado un empujón definitivo a la València Boat Show atrayendo a los grandes astilleros nacionales e internacionales (como Bavaria, Beneteau, Dufour y Sunseeker) que ofrecen a los potenciales compradores la oportunidad de visitar los barcos expuestos, entre ellos, un yate como el del tenista Rafa Nadal, de 19 metros de eslora y capacidad para 12 personas, valorado en 2,5 millones de euros y construido por la firma francesa Beneteau, al que no le falta detalle. Acabados de máxima calidad en madera y cuero, muebles de diseño, pantallas de plasma que se camuflan, baños con suelos de mármol, terraza panorámica con barbacoa y solarium, entre otros lujos.

En la zona de exposición, con 16.000 m2 y 80 expositores, hay embarcaciones de todo tipo, desde una motora para salir a pescar a partir de 10.000 euros hasta una yate de dos millones de euros. Algunas de las embarcaciones que se exhiben en la marina son candidatas a Barco Europeo del Año 2018. Una oferta que se complementa con los expositores de empresas de deportes náuticos, ropa y complementos, y de países que quieren promocionarse en el mundo de la náutica como Lituania, que ofrece degustación de productos típicos. Algunos de los barcos expuestos llevan la firma de Ruiz Elvira (el diseñador de los barcos del Alinghi y Oracle) que ha proyectado un velero familiar con la tecnología de un barco de regatas oceánicas que se puede comprar a partir de 50.000 euros.

Desde el año pasado el certamen cobra entrada (cinco euros), con lo que se consigue mayor privacidad para los potenciales compradores, aunque el domingo próximo será jornada de puertas abiertas y se ofrecerán actividades familiares gratuitas como salidas al mar en velero.

La inauguración ayer del salón náutico, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, atrajo hasta la marina a numeroso público. Entre los visitantes de la feria náutica, organizada por la Unión de Empresas Náuticas (UEN), con apoyo del Consorcio València 2007 y Turismo Valencia, se echaba ayer en falta mayor promoción. «Es un evento muy interesante pero poco conocido».