El Partido Popular ha intensificado sus gestiones internas para designar candidato a la alcaldía de València, la plaza que más preocupa a la dirección de la calle Génova conjuntamente con la de Madrid. A año y medio de las elecciones, el grupo municipal continúa bajo el yugo de la justicia y ni en la gestora local ni en la dirección regional hay un nombre que tape ese enorme hueco. Se piensa, pues en alguien de la política nacional o personajes de la vida valenciana sobradamente preparados para este proyecto.
Para Madrid la principal opción sigue siendo Esteban González Pons actual coordinador del Grupo Popular en el Parlamento Europeo. Es valenciano y de reconocida trayectoria política, pero hay dos problemas. El primero es que él no quiere, o al menos así lo manifiesta siempre que se le pregunta. Y además ahora está desarrollando un papel esencial en Bruselas a cuenta de la crisis catalana.
Del mundo de la política local hay otro nombre que suena con insistencia: María José Català, exalcaldesa de Torrent y exconsellera de Educación. Pero en la dirección regional no termina de consolidarse.
El partido, pues, tiene que seguir barajando nombres de dentro y de fuera. Y en València gusta mucho, según todas las fuentes consultadas, el presidente del Levante UD, Quico Catalán. Tiene buena imagen, le avala su labor con el club y está muy introducido en la vida social y empresarial de la ciudad. Además, él nunca ha rechazado públicamente los constantes mensajes que le llegan del Partido Popular. En su contra juega su propia posición de relevancia actual y que, con toda seguridad, incorporaría a su propio equipo, lo que dificultaría el control desde el partido.
Hace unas semanas también saltó sobre el tapete el nombre de Carmen de Rosa, actual presidenta del Ateneo Mercantil, militante popular y ahora integrada en el equipo de Luis Santamaría, presidente de la Gestora del PP local. Las fuentes consultadas opinan, sin embargo, que no sería la candidata, sino integrante de la lista bien colocada.
Uno de los elementos que suenan en su contra es su gestión en el propio Ateneo o en la falla del Mercat, que le ha dado muchos seguidores pero también muchos detractores.
Menos conocido pero muy bien valorado por el partido es también Vicente Ordaz, director de informativos de la Cadena Cope. Su conferencia a la militancia del partido fue una grata sorpresa este verano, comunica bien, es conocido en la sociedad valenciana y según las fuentes, sería bienvenido por todo el partido. El problema es que probablemente no aceptaría. En otras ocasiones, al menos, no lo ha hecho.
Todo lo contrario le ocurre a Nacho Grandes, presidente de Cáritas València, cuyo nombre se ha barajado en varias ocasiones pero que no acaba de cuadrar en las bases del partido.
Todos son, en cualquier caso, nombres a tener en cuenta, personajes que están en la quiniela con muchos otros menos conocidos. Lo único claro en el PP es que no se puede demorar mucho más la elección de un candidato, sobre todo si no es un personaje conocido. Las fuentes consultadas por este periódico creen que esa designación no se producirá mucho más allá del mes de enero o febrero. Y se hará, además, sin congreso local.
Como ya informó este periódico, la dirección regional no quiere dar ahora ese paso con el partido dividido entre el grupo municipal, nueve de cuyos diez concejales estan imputados, y la gestora, que hace el trabajo exterior sin demasiado calado mediático.
