El pasado martes València se cobraba la última víctima mortal en un accidente de motocicleta. En el bulevar Sur, un motorista colisionaba con el vehículo que le precedía. La velocidad del primero provocó que la moto se partiera en dos y el joven salió disparado hasta la mediana, donde falleció en el mismo momento.

En lo que va de 2017, tres personas han perdido la vida a lomos de una motocicleta o ciclomotor en València. Las víctimas mortales han aumentado este año respecto al informe de la Policía Local de 2015, donde los datos arrojan que fue una persona la que falleció en un accidente.

Según declaraciones de la Policía Local a Levante EMV, 2017 cerrará el año con más accidentes de moto que el último informe elaborado en 2015.

Hasta el 10 de noviembre, se han producido 1.343 accidentes de motocicleta en las vías urbanas de València, y 392 incidentes en ciclomotor. Un total de 1.735 accidentes en poco más de diez meses, de los cuales en un 0´17% ha habido víctimas mortales.

En 2015, los datos registrados son de 1.739 accidentes en vehículos de dos ruedas a lo largo de todo el ejercicio completo.

Esto indica que en noviembre los accidentes en moto están a punto de alcanzar los datos de 2015.

Los accidentes de tráfico en València en lo que va de año ascienden a 6.766, incluyendo automóviles, furgonetas y demás vehículos que circulan por las vías urbanas. El porcentaje de ciclomotores y motocicletas accidentados supone el 25´6% del total. Es decir, uno de cada cuatro accidentes automovilísticos lo protagoniza un vehículo de dos ruedas.

La compra de motocicletas y ciclomotores también ha ascendido. En estos momentos existen 70 motocicletas por cada 1.000 habitantes, dos vehículos más que el pasado año. Si se comparan estos datos con los de 2008, las motocicletas en la vía urbana eran 58 por cada 1.000 habitantes.

Según datos de la Dirección General de Tráfico, el pasado año perdieron la vida 397 motoristas, un 3% más que el año anterior. Las ciudades, por su parte, concentran el 55% de los motoristas heridos graves y según datos de la DGT, el riesgo de fallecer en un accidente de tráfico es 17 veces mayor que en un automóvil.

Un decálogo impulsado el pasado octubre por PONS Seguridad Vial y Anesdor reclama desarrollar una Ley de Usuarios Vulnerables.

Aquí se incluyen los motoristas, los ciclistas y los peatones, tal y como están catalogados por la Organización de las Naciones Unidas. Esta norma permitiría hacer un seguimiento especial para estudiar las necesidades y los problemas de los tres colectivos.

Según apuntan desde ambas organizaciones, la normativa debe incidir en la extensión de las políticas 'zona 30', calles donde la velocidad está limitada a esa cifra. Este tipo de vías tienen una significativa incidencia en la seguridad de los motociclistas.

Además, reclama que se proceda a la actualización del Plan Estratégico de Seguridad Vial para las motocicletas, adecuarlo a las nuevas circunstancias y hacer hincapié en la seguridad vial urbana, para que se impulsen políticas desde el ámbito municipal que velen por los motoristas.