El acuerdo alcanzado el pasado 27 de octubre entre el ayuntamiento de València y la UTE Pavapark y Auplasa, adjudicataria del servicio de la grúa municipal desde 2014, para la rescisión del contrato tras meses de tira y afloja entre ambas partes, ha venido acompañado de un considerable recorte de medios. La empresa ha retirado de la calle cinco de las 20 grúas y ha cerrado uno de los cuatro depósitos de la grúa, el de la calle Benicarló, y otro, el de Poble Nou, ha pasado a ser de larga estancia, es decir sin cobrador.
Así lo advirtió ayer el sindicato de policía y bomberos (Spplb) que advirtió de que los agentes «no pueden prestar el servicio con las debidas garantías al fallar un medio esencial para vigilar y regular el tráfico». Los recortes, que la empresa concesionaria justificó ayer en base al acuerdo alcanzado con el ayuntamiento, «que establece claramente una adecuación de medios al resultar estos excesivos a la actual realidad del servicio municipal de grúa». provocando un grave problema de gestión del tráfico. Así lo advierte el sindicato de policía, que asegura que la situación en la empresa concesionaria «es dramática».
El acuerdo alcanzado entre la Concejalía de Protección Ciudadana, con Anaïs Menguzzato al frente, fija una compensación económica de 2,4 millones de euros para Pavapark que se comprometió a prestar el servicio mientras el ayuntamiento redacta los pliegos para un servicio de la grúa con un nuevo enfoque, menos recaudatorio, sin cupos de enganche, entre otros factores. Fuentes municipales aseguraron ayer que el ayuntamiento, que ya ha librado el pago de 800.000 euros por el rescate del contrato, no ha ordenado recortar servicios y recordaron a la contrata provisional la obligación de mantener la calidad del servicio.
A los recortes de medios se suma la amenaza de huelga de los trabajadores, al no ver garantías de que los el personal vaya a ser subrogado por el nuevo adjudicatario. De hecho la empresa acaba de despedir a seis de los 76 trabajadores de la grúa.
El sindicato de policía explicó que en la actualidad «cuando un agente requiere una grúa el tiempo estimado es de una hora», algo «impensable para poder regular el tráfico o atender las reclamaciones de los ciudadanos cuando tienen un requerimiento de una doble fila o un vado ocupado». El sindicato criticó que a la actual concesionaria «solo se le ocurre en estos tres años de gestión horribilis cerrar las bases de grúas de las calles Benicarló y Valencia Sur» y abrir «una en Poble Nou pero sin cobrador»,al ser un depósito de larga estancia. De este modo el ciudadano solo tiene dos depósitos, en Tres Forques y en Tomás de Montañana, donde poder ir a pagar para que le devuelvan el vehículo. «Una gestión encomiable», censuró el Spplb.
