El pasado industrial de los barrios marítimos es una de sus grandes señas de identidad. Mucho de este patrimonio se ha echado a perder, otro está en proceso de recuperación y también encontramos claros ejemplos de equipamientos públicos en funcionamiento en alguna de las bolsas del viejo suelo fabril ahora protegido. Como por ejemplo la antigua nave de Abonos José Campos Crespo, que lleva el sello nada menos que de Demetrio Ribes, autor de la Estació del Nord.
Situada en la calle Islas Canarias número 247, la vieja nave de abonos es hoy una instalación deportiva municipal con una sala de musculación, otra de actividad física en general y un espacio específico de halterofilia. El antiguo almacén de productos para el campo está decorado en su exterior con piezas cerámicas de flores y otros elementos propios de la arquitectura modernista de hace cien años, elementos que Demetrio Ribes también utilizó en la Estació de Nord. En la fachada encontramos el antiguo nombre de la empresa con azulejos. Como curiosidad, el edificio de principios del siglo XX fue el primer centro de acreditaciones para la prensa internacional durante la Fórmula 1, aunque tan solo por un año y mientras se ponía en marcha el centro deportivo.
Pero no siempre el patrimonio industrial ha corrido la misma suerte. Y encontramos un clarísimo ejemplo a pocos metros del precioso edificio de Demetrio Ribes. En el número 237 de Islas Canarias encontramos la vieja nave de CIVSA, aunque empresa que algunos sitúan como fábrica de licores y otros como taller de confección. Lo cierto es que lleva ya muchos años tapiada para evitar que acabe siendo ocupada, pero mientras languidece su estructura, de muros de carga de ladrillo y cerchas metálicas sencillas. Su estructura, que da también a la avenida del Puerto, está protegida, y durante un tiempo se especuló con que acabaría destinada a alguna dotación pública, pero finalmente su uso se reservó al sector terciario.
