Dos de los asuntos que más debate han generado en los últimos años: los horarios y las zonas de degustación, se han quedado prácticamente como estaban, con pequeñas variantes para avanzar levemente en un sentido o en otro.

Así, en el tema de los horarios se establece que abrirán a las 7,30 horas y cerrarán a las 15 horas, añadiendo un margen anterior y posterior de 90 minutos para la preparación de los puestos y fijando un tiempo mínimo de estancia en los mismos de seis horas.

No se dice nada de introducir nuevos horarios o abrir por las tardes, una demanda que lleva años sobre la mesa y que no termina de incorporarse en València. La ordenanza únicamente dice que «el horario podrá modificarse a solicitud de la asociación de vendedores de cada mercado». Así mismo, «la concejalía podra determinar un horario diferente para todos o algunos de los mercados municipales», sin entrar más en la cuestión.

Eso sí, a diferencia de lo que ocurre ahora, que es necesaria una mayoría cualificada para tomar una decisión en este sentido, la nueva ordenanza establece que cualquier cambio en los horarios podrá llevarse a cabo con el 40% de apoyo de los vendedores. Quien vote a favor, no obstante, deberá identificarse y comprometerse a abrir el puesto.

Zonas de degustación

En lo referente a las zonas de degustación, la nueva normativa del Ayuntamiento de València parece no dar cabida a los denominados mercados «gourmet», uno de los cuales quería instalar el anterior Gobierno del PP en el Mercado del Grao, cuyas obras de rehabilitación se han previsto para la primavera que viene.

El texto dice que «a iniciativa municipal o previa solicitud de las asociaciones de vendedores, en aquellos mercados en los que técnica y sanitariamente sea viable, podrá el ayuntamiento delimitar zonas específicas destinadas al consumo». Así mismo, «el ayuntamiento podrá definir modelos comerciales específicos de mercados en los que se autorice y regule el consumo de productos comestibles».

Por lo pronto, no obstante, «está prohibido elaborar alimentos en los puestos de venta, así como promover situaciones de consumo delante de los mismos que den lugar a confusión con actividades hosteleras o de restauración tales como las de bar, cafetería o cualquier otra no autorizada para el puesto».

Las paradas solo podrán organizar degustaciones gratuitas de productos con fines promocionales, para lo cual requerirán de autorización municipal.

Y «en ningún caso la degustación podrá obstaculizar o impedir la circulación o la venta de otros puestos ni implicará el ejercicio de una actividad de restauración, prohibiéndose la misma cuando, por su continuidad, onerosidad, público asistente, preparación de los productos u otras causas adquiera connotaciones hosteleras».

Por cierto, para los amantes de las mascotas, sigue prohibido la entrada de animales en los mercados.