El alcalde de València, Joan Ribó, y el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, cerraron ayer filas, durante una jornada informativa celebrada en el IES de Malilla para explicar a los vecinos los detalles de la operación Parque Central, en defensa del proyecto y apuntaron que la edificabilidad incluida es la mínima posible para hacer viable la operación de soterramiento de las vías y el gran jardín en cuyas esquinas se proyectan cuatro rascacielos de 25 alturas. La concejala de Patrimonio, María Oliver, defendió ayer que la solución ferroviaria para Valencia y el proyecto urbanístico paralelo. "En abstracto es bueno", dijo, si bien insistió en dar voz a los vecinos para que opinen. "Vosotros y vosotras tenéis que dar el visto bueno".
Entre los vecinos que tomaron la palabra se encontraba el colectivo contrario al traslado de una arboleda con 26 bananos de la calle Bailén, un entorno que está previsto urbanizar el año próximo, y que reclamaron que se respete este jardín, al tiempo que alertaron de que los rascacielos "con viviendas de lujo" van a "invadir la ciudad y supondrán más contaminación".
Los vecinos dejaron ver en la jornada, en la que participó el jefe de Proyectos de Adif, Francisco Sánchez Ayala, y que fue moderada por el director de la Sociedad València Parque Central, Salvador Martínez Císcar, su escepticismo sobre el proyecto. "Cuando yo compre el piso hace 30 años ya nos decían que teníamos enfrente el Parque Central", lamentó un vecino quien reclamó a las administraciones "obras concretas y dinero para hacerlas". Los vecinos valoraron la explicación técnica, pero pidieron plazos concretos, en concreto, para la eliminación del puente de Giorgeta. "En Malilla nos sentimos como en una isla", destacó otra vecina. El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, apuntó que entre 2020 y 2021 se podrá empezar el proyecto de soterramiento del canal de acceso, al tiempo que valoró el acuerdo del pasado 9 de mayo que supuso el desbloqueo del proyecto del Parque Central a través de una alternativa que abarata el coste y a la cual las administraciones local y autonómica tendrán que contribuir en un porcentaje aún por definir.
La organización de esta jornada informativa surge a raíz de las críticas surgidas en el entorno de Podemos al proyecto por su exceso de edificabilidad y falta de zonas verdes. Ribó destacó que el 88,7% de la superficie será jardín, dotaciones y viales. La superficie total del PAI de Parque Central es de 68 hectáreas, incluido el bulevar García Lorca, de las que 60 serán suelo público y ocho hectáreas (77.000 metros cuadrados) se destinarán a solares edificables, es decir, un 11,3% del total.
El resto del espacio (el 88,7%) se destina a zonas verdes (31 hectáreas), equipamientos públicos (5,5 hectáreas) y viales y aparcamientos (18,6 hectáreas). De las 31 hectáreas de zonas verdes, el parque central propiamente dicho tendrá 23 hectáreas, lo que supone "una superficie equivalente a la de Viveros", destacó el alcalde.
Ribó defendió la globalidad del proyecto del Parque Central, "una operación ferroviaria y urbana de gran transcendencia".
