"¿Dónde va el azúcar?" "Esta ropa aquí por favor", "pongamos ya los objetos de Navidad" todas estas frases y muchas más se podían escuchar ayer en las horas previas a la apertura oficial de la tienda Poppyns, en la calle Isabel la Católica, 21. Y todas eran posibles, casi al unísono, porque este impresionante espacio, diseñado por el valenciano Alberto Torres, recoge las tendencias neoyorkinas y del norte de Europa para integrar en un mismo lugar moda, calzado, complementos, cosmética, decoración, papelería, tecnología y hasta una cafetería con su terraza interior y todo. Además, apuestan por "marcas emergentes, por diseñadores locales y también por importar productos de calidad". Así lo explicaba ayer David Orrico, que es el cofundador de esta tienda junto a su pareja, Elena Vilata.
"El proyecto lo arrancamos hace año y medio. Elena me propuso crear un espacio donde concentrar a todas esas marcas que tienen algo distinto, un toque especial, por su diseño, por la filosofía que tienen detrás o por el equipo humano. Pensamos que la gente, al menos nosotros lo hacemos así, no compramos un producto solo porque nos gusta, sino porque nos agrada la historia que hay detrás". Luego vino el largo proceso de encontrar el local ideal, de obtener la licencia de obra, pues es un edificio protegido, y de buscar las marcas y los proveedores. Además, acudieron a las principales ferias de moda como la de Berlín y volvieron con "respuestas muy positivas y con muchos más ánimos", dicen.
La elegancia de Mary Poppyns
El nombre: Poppyns, tampoco está elegido al azar. De este modo, Orrico, cuenta que querían «sacar a relucir su esencia. Separamos la parte más infantil del personaje y nos quedamos con su elegancia, su forma divertida de hacer las cosas, con su magia y con ese bolso tan impredecible en el que metía la mano y sabías que iba a salir de allí algo atractivo, pero no sabías qué era». En esta línea se crea este lugar tan novedoso: «El concepto del espacio es este. Voy a entrar en Poppyns, sé que voy a encontrar algo interesante, pero no sé qué va a ser». Sí, porque aquí las colecciones y los productos no van a ser algo estanco o permanente. Sino que prefieren trabajar con colecciones y stocks pequeños para ir renovándose continuamente. Y también para dar oportunidades a más marcas y creadores. De este modo, en Poppyns se pueden encontrar, ahora mismo, productos de marcas valencianas como The Nude Label, Canoa Lab, Savage, Atypical Valencia, Underwood People, Mitumi o Mhar. En este gran espacio tiene mucho protagonismo el hierro y la madera. Y para ello se ha apostado por dos artesanos valencianos clásicos como son el carpintero Juan Carlos Aleixandre y el herrero Julián Fernández: «Son auténticos artistas y han hecho un trabajo espectacular», decía ayer Orrico mientras observaba como, a su alrededor, su ilusionante proyecto iba, por fin, cobrando la forma esperada.
Hoy es la esperada apertura y la fecha tampoco es algo banal. No, porque hoy se celebra el «Fair Saturday» una iniciativa creada unos años para reivindicar, tras el más consumista «Black Friday», un consumo más cultural con impacto social, que se enmarca muy bien en la filosofía de Poppyns.
De este modo, hoy mismo ya habrá varios talleres, como el de cerámica creativa, con Domanises. O el de lettering, con Laura Velasco. Pero también se van a organizar en Poppyns conciertos, charlas y mucho más.
