La histórica Escalera Real del Puerto de València, uno de los emblemas patrimoniales del frente marítimo, ha salido a la luz durante unas catas arqueológicas realizadas por encargo de la Autoridad Portuaria de València, que lleva varios meses trabajando en la documentación y localización de esta famosa escalinata, que desapareció definitivamente hace cuatro décadas con la construcción de la Estación Marítima y los nuevos cantiles. La escalinata, construida en 1850, se daba casi por perdida tras las sucesivas obras que se han llevado a cabo en la dársena «vella», sin embargo, las pruebas con georradar han permitido comprobar que se conserva en prácticamente toda su extensión, lo cual, apuntaron fuentes de la APV, «es una gran noticia para la ciudad» porque con esa certeza se puede empezar a hablar de su recuperación.

La restauración de la Escalera Real es un proyecto impulsado por el presidente de la Autoridad Portuaria de València, Aurelio Martínez, con el objetivo de recuperar la imagen histórica de la dársena con el Edificio del Reloj y la escalinata como puerta de llegada a la ciudad por la avenida del Puerto. La iniciativa reviste bastante complejidad, tanto por el coste que tendría la intervención, aún por cuantificar como por la dificultad técnica de recuperar toda la construcción al estar, al menos en parte, muy próxima a la cimentación de la Estación Marítima.

En las catas se ha comprobado que la escalera construida con piedra de las canteras del Puig está, al menos en la zona excavada, muy bien conservada. Además se ha identificado y señalado sobre el terreno por donde discurriría su trazado.

En la cata realizada se ha localizado el pavimento y dos escalones. Los restos de la escalera localizados volverán a soterrarse en espera de que se tome una decisión sobre la restauración integral de la escalera.

La escalera, ubicada al lado del Edificio del Reloj (la primera estación marítima de València), recibía a los viajeros que llegaban en los navíos, como el Francisco de Asis, a bordo del cual llegó en 1858 la reina Isabel II procedente de Alicante para visitar las obras portuarias. A raíz de esta visita, que fue muy difundida por los medios de la época, la escalinata pasó a llamarse «real».

Ancha como la avenida

La escalera era una construcción de grandes dimensiones, que llegó a tener la misma anchura que la avenida del Puerto. Estaba rematada por dos farolas, que no se conservan. La escalera, apuntan fuentes de la APV, sufrió a lo largo de su historia varias transformaciones, que modificaron su anchura y tamaño. Sin embargo, fue la obra de la Estación Marítima de los años 80 del siglo pasado la que dio definitivamente al traste con la escalinata. Durante las obras de la Copa del América, en 2006 se barajó la idea de recuperarla, si bien se descartó y volvió a quedar oculta bajo los nuevos cantiles y el pantalán de megayates.

Tanto el Govern de la Nau como los actuales responsables del Consorcio València 2007 se han pronunciado a favor de recuperar este elemento del patrimonio histórico, si bien no ha sido hasta ahora cuando el presidente de la APV ha tomado la iniciativa. Ahora queda por evaluar el coste de la intervención y explorar fórmulas de financiación y colaboración entre las distintas administraciones. La intención de la APV es ceder la escalera a la ciudad como «un gesto más de compromiso del puerto con la ciudad».