Cada 10 de diciembre un nuevo aniversario del día Internacional de los Derechos Humanos se marca en el calendario. Así, ayer, coincidiendo con la fecha en que la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, la comunidad saharaui valenciana quiso reivindicar el que es también el derecho humano de su pueblo: la celebración de un referéndum de autodeterminación para decidir libremente su futuro que lleva en pausa, y sin vistas de ser reanudado, desde 1991, cuarenta y tres años después de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Así lo clamaba ayer la vicepresidenta de la Federació D´Associacions de Solidaritat amb el Poble Saharaui del País Valencià, Lola Claramunt.

Y es que, mientras la Asamblea General de la ONU firmaba lo que sería un pacto revolucionario para todas las naciones del mundo en 1948, España mantenía su ocupación sobre el Sáhara Occidental, un pueblo que quedaría libre tras 15 años de la firma de la ONU (en 1963) pero que sería, de nuevo, fruto de la ocupación.

Esta vez, por un territorio vecino: Marruecos. Así, 27 años después de la declaración, en 1975, Marruecos se adueña, militarmente, de las tierras saharauis, ocupando, hoy en día, tres cuartas partes de su territorio, según denuncia Alali Emboiric, delegado saharaui para la Comunitat Valenciana.

Tras 61 años de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 24 defensores de Derechos Humanos fueron encarcelados por el gobierno Marroquí, denuncia Claramunt, quien explica que el año pasado, el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas condenó a Marruecos por la tortura de Enaama Asfari, uno de los 24 defensores y, mientras, este año, el tribunal marroquí ha dictado ocho condenas perpetuas consideradas por confesiones realizadas bajo tortura.

"En España se nos llena la boca al hablar de los presos políticos en Venezuela, pero no consideramos la brutalidad de la situación en el Sáhara Occidental, un territorio a 30 kilómetros de las Islas Canarias y que, durante un tiempo, fue también parte de España", lamenta Emboiric.