No todos los municipios afectados por la ampliación de la v-31 están en contra del modelo implantado por Fomento. es el casodel Ayuntamiento de Alfafar, quien afirma que ellos ya tuvieron que realizar los accesos a Alfafar Parc, cuando Ikea decidió instalarse, atendiendo a los criterios de Fomento contemplados en esae proyecto ed ampliación.

«Las obras costaron un total de 24 millones de euros, de los cuales el PAI donde está situado Ikea aportó 17.500.000, pero el resto unos 6.5 millones más los 300.000 por lanueva entrada en la cooperativa de Massanassa corrió a cargo del consistorio», recuerda el alcalde ed Alfafar, Juan Ramón Adsuara (PP).

El primer edil, además, destaca que fueron precisamente los criterios marcados por Fomento los que aumentaron casi al doble los costes inciales fijados en 3,5 millones. «Es por eso que reivindicamos la ejecución del proyecto de ampliación de la V-31, ya que Alfafar ya tuvo que adaptarse a esos criterios», indica Adsuara.

El Ayuntamiento de Massanassa tambiém ha sido uno de los invitados por la consellera de Obras Públiques i Vertebració del Territori , M.ª José Salvador a la reunión de mañana por la mañana para informarles del proyecto, aunque de momento no presentaremos ninguna alegación siempre y cuando se respeten los accesos desde la Pista de Silla a Massanassa», señala el alcalde de la localidad, Vicent Pastor (PP).

Albal, indeciso

Otro de los municipios afectados por el proyecto de remodelación de la v-31 es Albal. Sin embargo, su alcalde Ramón Marí (PSPV) prefiere acudir a la reunión con la consellera para que le explique bien el proyecto y luego presentar las alegaciones que vean oportunas. Tanto Albal como el resto, tienen de plazo hasta el 2 de enero.