Al igual que el Ayuntamiento de Alfafar, otro de los afectados si no se amplia la V-31 es la Agrupación de Interés Urbanístico Alfafar Parc que costeó la mayor parte del las obras que supuso la instalación de Ikea y que tuvieron que adaptarse al proyecto de Fomento.

El presidente del AIU, Antonio Inglés, de momento dice que confía en que se ejecute la ampliación «para la que ya estamos preparados» , aunque aún no ha decidido si debería presentar alegaciones al igual que el consistorio.