Los vecinos de la Malva-rosa no cesan en sus reivindicaciones para que se construya en su zona un centro cívico que incluya una biblioteca ya que es el único barrio de la capital que no cuenta con un archivo de libros público. «Somos más de 15.000 vecinos y no tenemos biblioteca», explica Agustín Abarca, secretario de la Associació de Veïns i Veïnes, Amics i Amigues Malva-rosa. Por eso, la nueva acción destinada a solicitar el centro cívico han sido las más de 1.000 cartas que los escolares de seis centros educativos del barrio han escrito a María Oliver, concejala de Acción Cultural, del ayuntamiento de València, pidiendo que se apruebe la creación de la biblioteca.

«Desde las asociaciones de vecinos y la comunidad educativa hemos percibido una buena actitud por parte del Consistorio, pero sin un resultado final», comenta Abarca, por eso, ayer esas más de 1.000 misivas se llevaron al registro del Ayuntamiento a la espera de que por fin se les escuche.

Lo que es un «clamor unánime» por parte del vecindario de este barrio de los Poblats Marítims, se desechó en los presupuestos participativos abiertos por el ejecutivo de Joan Ribó, alcalde de la ciudad, por el elevado presupuesto que conlleva. Pero esto no va a frenar a los residentes de la zona, «llevaremos a cabo nuevas acciones si esta no es escuchada», afirma el secretario de los amigos y vecinos de la Malva-rosa.

Esta iniciativa ha sido impulsada por la coordinadora de educación de la Malva-rosa, que reúne a las AMPAs de los centros educativos en colaboración con las asociaciones vecinales.