La imagen de la noche del domingo con las calles repletas de un ir y venir de gente contrastaba con la estampa matutina de las principales plazas de la Comunitat. La céntrica plaza de la Virgen, en València, amanecía vacía, solo transitada por algunos madrugadores. Lo mismo ocurría con las calles que habitualmente se caminan con dificultad, despajadas y solo alteradas por el transporte público y los servicios de limpieza. Sin embargo, el perfil que más se dejó ver fue el de los turistas que, cargados con maletas, abandonaron València. La presencia de viajeros en la capital del Túria fue más que relevante durante el último fin de semana del año, tal como apuntó Pere Fuset, edil de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València. El edil subrayó el éxito rotundo de la Nochevieja, en cuyas campanadas municipales se vieron personas de toda Europa. El público internacional era más que notable, sobre todo, por la puntualidad en la llegada a la plaza, mucho antes de la entrada al año nuevo. «Según apuntaron algunos guías turísticos, los italianos abundaron entre el público de la plaza», explicó Fuset.