Los monumentos falleros, así como el papel de la mujer en el mundo de las fallas, va a ser estudiado por una subcomisión del Consell de les Dones. Esto ya ha generado diferentes reacciones y la última ha sido la de los más directamente afectados, como son los propios artistas falleros.

De este modo, su portavoz, Ximo Esteve, hacía ayer una valoración sobre esta cuestión y, aunque aseguraba que aceptaba la crítica y que no se había sentido atacado ni él ni su gremio, también avisaba de que las fallas son sátira y esperaba que no se pretendiera caer en una censura de las mismas.

«Los artistas falleros estamos a favor de cualquier tipo de estudio que analice nuestro trabajo y nos sirva para mejorar. Si, una vez hecho el mismo, se ve que hay una falta de ética y se demuestra que hay demasiadas escenas o comentarios que pueden interpretarse como machistas, se podría recomendar a los artistas que no los hicieran», decía ayer Esteve.

Eso sí, matizaba que no creía que las fallas actuales estén en esa tendencia, «sino más bien todo lo contrario». Por tanto, creía que el citado estudio, si es que llega a hacerse, «no reflejará algo desmesurado o que vaya más allá de lo que se ve en la propia sociedad».

Para Esteve, esta reclamación hacia las fallas se podría entender más en el pasado cuando épocas como el destape, propio de los años 70, «hicieron bastante daño a la fiesta y a los monumentos, pues se caía bastante en esa tendencia». Él, acepta que las fallas, históricamente «han sido machistas», pero asegura que se ha avanzado mucho en este aspecto, como en tantos otros.

Por tanto, esta petición que plantea el Consell de les Dones le suena un poco a una «moralina», más característica de otros tiempos. Por otra parte, él recuerda ejemplos propios de fallas que, ya en los años 90, criticaban la violencia doméstica, la lentitud de la justicia o el machismo en el trabajo y recuerda un escena plantada por él en la Avenida del Oeste en la que un ogro arrastraba a una joven.

Esteve incidía en que le parecía «muy bien» que se crearan comisiones de estudio, pero avisaba de que no se cayera en prohibiciones o actitudes que limitaran la libertad de expresión de los artistas. Además, incidía en que «cada uno tiene su criterio».

Pide evitar las «fallas blancas»

El portavoz de los artistas falleros ponía la atención en que en secciones como la Especial, por no herir sensibilidades, cada vez se cae más en fallas muy políticamente correctas y estéticas. Es lo que, dentro del mundillo, se califica de «fallas blancas».

«Se ha perdido ese puntito de mordacidad de ir más allá de lo políticamente correcto», lamenta. Y recuerda que las fallas «son eso, crítica y sátira contra cualquier estamento de la sociedad».

Él cree que, en caso de haber escenas o ninots que puedan degradar la imagen de la mujer, estos son «muy minoritarios» y tal vez se den en fallas de categorías menores las cuales, por falta de presupuesto, o por otros temas, recurren a ninots o modelos antiguos que sí pueden ser algo más obscenos o con falta de sensibilidad hacia este tema.

«No hay desigualdad»

Otro artista fallero que expresaba su opinión sobre esta polémica ayer era Toni Fornés. Conocido por no cortarse en sus monumentos, pide que se los trate «con respeto» y sí dice sentirse «un poco censurado».

Es más, asegura que, últimamente, «no están saliendo casi desnudos» y lo achaca, además, de al cambio de tendencia, a la dificultad de representar un desnudo de forma eficiente. Él también ve esta tendencia hacia lo morboso como algo más propio de la época del destape y niega que las fallas, hoy en día, «sean machistas».

Él dice que en las fallas «no hay desigualdad» y asegura que «si un desnudo está justificado en una escena, lo voy a poner sea de hombre o de mujer». Y pide que se les tenga más en cuenta en este y en otros temas relacionados con las Fallas.