Miguel no podía ocultar ayer la sonrisa. Ganar al Estado español en Estrasburgo después de tres sentencias en contra es una victoria importantísima «no por mí ni por el dinero que he recuperado, sino porque se hace justicia después de tantos años».

Miguel Cuenca sigue viviendo en el cuarto piso de un edificio de la plaza Xúquer como desde 1962, pero reconoce que su barrio ha cambiado por completo. Ahora disfruta de su plaza, pese a que las terrazas de algunos que siguen empeñados en no cumplir con la ley ponen en aprietos a más de un peatón.

«Pero no tiene nada que ver con lo que vivimos. Yo tenía que tomar Valium para dormir, el ruido era insoportable», recuerda. Bajo su casa había un pub y una discoteca. Ahora disfruta de su victoria, sobre todo por sus vecinos.

«No es mi victoria, sino la de todos los valencianos. Espero que el Ayuntamiento de València nunca se atreva a darle otro aire a mi barrio, ya hemos sufrido bastante. Pero esta sentencia sobre todo es un motivo de esperanza para todos los que ven violado su derecho al descanso y están peleando contra las autoridades. Si pueden, que no desfallezcan porque se gana a la injusticia», aseguró.

El actual presidente de la AVV San José, Jordi Pérez, recuerda que cientos de vecinos estuvieron afectados y que solo dos han sido reparados, pero advierte a los hosteleros que no quieren cumplir con la ley «que la justicia nos da la razón». «La lástima es que los que provocaron la situación no han pagado por el transtorno ocasionado», lamenta. «Todos los ciudadanos debemos estar agradecidos a Miguel por su perseverancia».