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Consumo

Segunda oportunidad también para la ropa

Los voluntarios de la tienda ubicada en Russafa animan a la gente a probar porque es una forma de consumo «más responsable y solidaria»

Segunda oportunidad también para la ropa

El mes de enero es mes de rebajas. Las tiendas de todo tipo, tras las fiestas navideñas, echan el resto para intentar seguir atrayendo clientes. Así, la ciudad se ve invadida con todo tipo de ofertas, descuentos y gangas, pero, entre ellas, hay algunas más especiales o diferentes que otras. Y un claro ejemplo de ello es el de las dos tiendas de Segunda Oportunidad que cuenta Oxfam Intermón en Valencia. Allí, los clientes pueden comprar ropa de la mejor calidad, que ya ha tenido otros dueños antes, pero que todavía está en perfectas condiciones para ser utilizada. Además, al adquirirla están haciendo una donación a los proyectos que esta ongd española tiene en 41 países del mundo.

Como cuenta Amparo García, una de las voluntarias más experimentadas de la tienda ubicada en la calle Literato Azorín: «Aquí todos somos voluntarios». «Solemos trabajar, en turnos de cuatro horas, de tres a cinco personas una o dos veces a la semana», apunta. Ella da las gracias a la gran cantidad de donantes de ropa que tienen y también a su actitud y dedicación: «A veces nos dicen, os traemos esta ropa sin usar, os la traemos limpia y planchada, son muy buenos», asegura. Ellos, cuando la reciben, la seleccionan y la que no es apta para la venta la donan, a su vez, a organismos como la Casa Grande o similares. «La gran cantidad de ropa que recibimos nos da una visión de la ropa que consumimos y de lo que supone todo eso para el medio ambiente», explica García.

Piden más voluntarios

Más complicado resulta encontrar voluntarios. «Al principio empezamos muy fuerte, pero este aspecto se ha ido resintiendo y necesitamos a toda la gente que quiera colaborar», indica. Ella explica que la dedicación mínima es de cuatro horas a la semana, aunque suelen hacer dos turnos semanales. García les anima con su propio testimonio: «Mi experiencia es maravillosa. Tenemos que ser menos egoístas e intentar ayudar. Oxfam me da todas las garantías y la seguridad de que el dinero no se malgasta», indica. Además, hay plena transparencia, como queda patente en su página web. Otra cosa positiva para García es «el compañerismo que se crea. Conoces a gente de muchos países», así como la ilusión que da el sacar una tienda como esta adelante».

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