La asociación de vecinos de Natzaret es una de las voces que se oponen a la ubicación de los talleres de la futura línea del metro T2 en la calle Amado Granell. De este modo, desde la AVV proponen una alternativa «más integradora, justa y económica». Y, entre otros términos, indican que la construcción de la nueva línea debería empezar, precisamente, por Natzaret, uniendo así las actuales vías en superficie de la T2 entre Quatre Carreres y Natzaret con la T8 Grau-Marítim a través del Puente de Astilleros y la Marina.

Según informaba ayer su portavoz, Julio Moltó, esta propuesta tendría una seria de ventajas entre las que estarían que se conectaría con toda la red de FGV y con los talleres ya existentes «evitando instalaciones provisionales de ubicación conflictiva», como son los previstos, hasta ahora, en el Quatre Carreres.

Otra ventaja para la AVV de Natzaret es que así «se invierte en transporte público en superficie mucho más barato que el subterráneo».

Por otra parte, destacan que su propuesta conecta Natzaret y todo el sureste de la ciudad de València en la primera fase de las obras. Y, lo que también es muy importante, «evita que la construcción de la nueva línea T2 termine en un «cul de sac» en la calle Alicante.

Desde la AVV, Moltó asegura que esta propuesta «ya fue expuesta verbalmente al director general Carlos Domingo y al alcalde Joan Ribó el pasado mes de junio de 2017», pero «sin ningún resultado concreto».