El exceso de ruido en las ciudades es una de las máximas preocupaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y también uno de los focos de actuación de corporaciones municipales de muchos lugares entre ellos, cómo no, València. De sobra es conocida la determinación del Govern de la Nau por conseguir una «mobilitat sostenible», pero a veces las cifras hablan por sí solas y no siempre van en el camino previsto o deseado. De este modo, la publicación del mapa estratégico de ruido de 2017 pone de manifiesto que la gente que se ve sometida, a lo largo de todo el día, a cifras de decibelios por encima de los que se consideran perjudiciales para la salud se ha estancado. Así, en 2012, cuando se publicó el último mapa de ruido, era de 184.300 personas, ahora es de 184.900.

Más positivas son, en cambio, las cifras nocturnas, es decir las relativas al tráfico rodado, así como el ferroviario o aeroportuario. Aunque cabe matizar que este mapa de ruido no tiene en cuenta otros elementos de perturbación habitual para los vecinos como son el ocio nocturno y las terrazas, el botellón, que ha regresado a lugares donde por mucho tiempo estuvo extinto, como Russafa, o la música ambiental o de verbenas.

Sea como fuere, las cifras del mencionado mapa indican que en las noches valencianas 24.500 personas han dejado de verse sometidas a cifras por encima de los 55 decibelios, que son las que estiman los organismos internacionales como perjudiciales por las noches, aunque por el día esta cifra sube hasta los 65 decibelios.

En cifras totales nocturnas, en 2012 había 228.600 vecinos por encima de esos 55 decibelios, mientras que ahora son 204.100. Además, en el otro rango de datos, el de los que están expuestos a ruidos por debajo de los 50 decibeliso (el tramo más bajo estudiado) han pasado de 329.100 en 2012 a 421.600 en 2017. O, lo que es lo mismo, ahora el 53,2 % de los habitantes de la ciudad pueden descansar con estas bajas cifras de ruido.

Los distritos más afectados

Cuando la Junta de Gobierno Local aprobó este mapa de ruido, que ahora está público en la página web del ayuntamiento, se incidió en que las grandes vías habían mejorado su contaminación acústica, así como la zona centro. No obstante, las cifras del mapa indican que el distrito con una mayor afectación es uno tan céntrico como Extramurs, seguido por otro que concentra gran parte del ocio nocturno, así como del tráfico rodado durante el día, como es l'Eixample y donde se ubica un barrio como Russafa en el que los vecinos vienen reclamando desde hace tiempo que se otorgue el reconocimiento de Zona Acústicamente Saturada (ZAS), que sí tienen otros barrios del centro.

En tercer lugar se coloca el Pla del Real así como l'Olivereta. Estos datos reflejan que los más afectados siguen siendo los mismos distritos que en 2012, aunque entonces era l'Eixample quien lideraba este controvertido ránking.

Por el contrario, y como cabría esperar, los distritos menos afectados son los de Poblats Marítims, así como los del Nord, Est y Sud de la ciudad. Tal y como también ocurría en 2012.