El envejecimiento es un proceso del ciclo vital que con frecuencia se asocia a la enfermedad y discapacidad, sin embargo, puede no ser así. Se ha comprobado que se pueden posponer y reducir si se adopta un estilo de vida saludable, con un compromiso activo en las actividades comunitarias y sociales.

Para adoptar un estilo de vida saludable es imprescindible cuidarse tanto en mente como en cuerpo. Se debe llevar una dieta equilibrada como la mediterránea, comer alimentos variados en cantidades moderadas, aumentando el consumo de frutas, verduras, cereales, legumbres y pescado, y sin embargo, limitando alimentos grasos, carnes rojas y sal.

Igualmente, hay que procurar que las cenas no sean muy pesadas y beber agua y otros líquidos en abundancia, aunque no tengamos sed.

Además de cuidar nuestra alimentación, es necesario cuidar nuestro cuerpo realizando ejercicio físico para romper con el sedentarismo.

Una buena forma de comenzar es dando paseos diarios de treinta minutos. Siempre será mejor ser constante y hacer ejercicio suave diario que hacer grandes esfuerzos. Podemos evitar accidentes y caídas, que muchas veces son provocados por imprudencias o por no llevar la ayuda técnica necesaria, como bastones o andadores.

Asimismo, debemos mantener la mente activa para que siga funcionando de manera ágil y despierta. Posiblemente con una edad avanzada se necesite más tiempo para aprender cosas nuevas, pero eso no debe ser ningún impedimento.

Debemos confiar en nuestras capacidades y afrontar de forma positiva todas las actividades que nos propongamos realizar. Las actividades culturales como acudir al teatro, leer el periódico o hacer crucigramas, son buenas para ejercitar nuestro intelecto. También es necesario evitar el aislamiento y buscar compartir nuestro tiempo con los demás, cuidar las amistades, apoyarnos en la familia, aprender a pedir ayuda y asumir nuevos retos y roles. Además, debemos reconocer que ahora contamos con mucha experiencia y con mucho que aportar a los demás y a la sociedad.

De esta manera entendemos el envejecimiento activo y con estos consejos podemos decidir, en una parte, de qué manera queremos envejecer.