Los atascos que se viene produciendo en València, al menos a juicio de la oposición y los vecinos, ocupó ayer buena parte del pleno municipal. Dos mociones del PP y de Ciudadanos lo hicieron posible. Ambas formaciones coinciden en asegurar que el centro de la ciudad es «un caos de tráfico» y el alcalde, Joan Ribó, aseguró que ésta es una visión «esquizofrénica» de la situación, adjetivo que provocó un importante rifirrafe entre ambas bancadas.

«No somos unos esquizofrénicos los que denunciamos el caos o los atascos, eso es una falta de respeto a los vecinos, a los comerciantes y a un montón de asociaciones que se lo han hecho saber», dijo el concejal popular Alberto Mendoza.

«¿Le está llamando esquizofrénicos a todas estas entidades? ¿Todo el mundo está equivocado?», continuó el concejal de Ciudadanos Narciso Estellés, cuyo compañero de partido, Fernando Giner, insistió en invitar a la ministra Tejerina, que recientemente entregó un premio a la movilidad de València, para que visite la calle Colón y conozca la situación en directo.

Estas críticas obligaron a Joan Ribó a precisar sus palabras. «Cuando hablo de esquizofrenia hablo de visión esquizofrénica, no estoy hablando de las personas», dijo. Y es que en su opinión, «el caos no se corresponde con la realidad». «Esto ya pasaba en el Quijote, que luchaba contra algo que no era realidad», insistió el alcalde de València.