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La investigación continúa

La Condesa de Ripalda, un cajón sin fondo

El grupo investigador trabaja en nuevos datos que se añadirán a los ya publicados en Levante-EMV

La Condesa de Ripalda, un cajón sin fondo

El acto celebrado el pasado lunes en el Casino de Agricultura de Valencia culminaba la investigación más importante del grupo Verum Valentia; más de un año de trabajo que ha ocupado parte de nuestras vidas y ha desembocado en las diez entregas que hemos realizado para Levante-EMV sobre el estudio de la condesa de Ripalda. La charla, de una hora de duración, se hizo corta para nosotros y para todos los presentes que acudieron a celebrar la ampliada biografía con la que intentamos cautivarles con la vida y obra de este personaje de novela, haciendo especial mención a los datos inéditos que han permitido aproximarse de forma más íntima a Josefa Paulín de la Peña. Como complemento fueron proyectadas las emotivas imágenes tomadas del viaje a París donde conseguimos localizar el panteón donde descansan los restos de la condesa de Ripalda.

Tuvimos el honor de abarrotar el salón de actos Ramón y Cajal y lamentamos que el aforo no fuera suficiente para acomodar a todos los asistentes. Nos acompañaron familiares, amigos que han seguido las publicaciones, el alcalde, concejales y el cronista de Alfafar, descendientes de la condesa y una representación de la nobleza local, como la Baronesa de Llaurí, el Marqués de Cáceres, el Barón de Casanova o la Marquesa de Huarte.

La exposición preparada para dar continuidad a la charla estaba constituida por siete grandes paneles donde se detallaban con minuciosidad los aspectos más significativos de la vida de la condesa junto a fotos publicadas e inéditas y otros diez paneles más pequeños que recogían los artículos publicados en Levante-EMV. Como sucedió cuando se difundió en el periódico, el panel del magnífico árbol genealógico donde se sitúan los antepasados de Josefa y sus dos esposos, así como toda su descendencia y ascendencia, fue el que despertó mayor expectación.

Todas las cosas que se desconocían

A través de los diez capítulos que hemos escrito acerca de la Condesa de Ripalda hemos desvelado numerosos datos que nadie conocía hasta ahora. Nos llamaba la atención cómo era posible que habiendo vivido en un pasado reciente se supieran tan pocas cosas de ella. En primer lugar sus ancestros, el origen cubano de su padre; sus abuelos sevillanos procedentes de Aragón; la imagen de Josefa Paulín de la Peña€ Es extraño que los parientes más cercanos no tuvieran alguna foto o cuadro de la Condesa de modo que ni en retratos generales oficiales la podíamos reconocer. Eso fue hasta contactar con la Biblioteca Nacional de Francia, que nos proporcionó una serie de ocho fotografías sin cortar del estudio de Disderi en las que rezaba "Condes de Romrée". Tras posar para estas fotos el Conde marchó a La Habana, donde moriría en el día 18 de agosto de 1855.

Uno de los hallazgos más importantes de la investigación sobre la Condesa fue su tumba en el cementerio de Auteuil de París; su fecha de nacimiento en Cullera, un 28 de enero de 1825 y de defunción, en París el 1 de octubre de 1895; casada en primeras nupcias a los 15 años con el conde de Romrée, al que dio cinco hijos legítimos en los quince años de matrimonio, solo se le conocía como Condesa de Ripalda o más tarde como Condesa viuda de Ripalda; con el conde de Ripalda estuvo casada desde 1857 a 1876 y en esos diecinueve años le dio tres hijas legítimas de las que solo sobrevivió una, Dolores Agulló Paulín.

Cada uno de los capítulos está lleno de revelaciones importantes, contrastadas y documentadas. Verum Valentia es extremadamente riguroso con la verdad. Tratamos además de aportar datos nuevos, acabar con leyendas urbanas que pasaron de boca a oreja, de padres a hijos sin ningún fundamento real. De esta manera supimos y contamos que el terreno sobre el que se asentó el Palacio de Ripalda perteneció a Francisco Xavier Borrull y que se lo dejó en herencia al Conde una vez pasaran 40 años de su fallecimiento, de modo que él ya no lo pudo disfrutar, pero sí su hija y heredera Dolores. Revelamos que Josefa Paulín de la Peña administró los bienes de su hija menor de edad y cuando ésta tenía 16 años ya había empezado a levantar en su solar y con su dinero el Palacio que se terminó en 1885. Como dijimos, la Condesa no era dueña de nada, solo de sus joyas, que es lo que reparte entre sus hijas y nietas porque hasta los muebles del castillo fueron prestados por su hija Clotilde. Aun así, siempre la hemos definido como una mujer "fuerte". Fue capaz de hacerse con la administración de los bienes de todos sus hijos incluso siendo ya mayores, según reflejan algunos testamentos encontrados. Ninguna de las tres hijas legítimas que llegaron a la edad adulta tuvo descendencia.

El Palacio, al detalle

En cuanto al Palacio encontramos facturas de los materiales empleados, distribución y fotos inéditas del derribo, además de la fecha, 20 de Septiembre de 1967, y explicamos por qué no se pudo llevar piedra a piedra a ningún lado, ya que era mampostería decorada. También os contamos que el Palacio lo regaló Dolores Agulló Paulín como dote para su sobrina-nieta Antonia Dupuy de Lome Pons con motivo de su enlace con el Conde de Berbedel, y de ahí llegó a su última propietaria, Concepción Gómez-Trenor.

Así mismo hemos resuelto todo lo relacionado con las propiedades que disfrutaban, sobre todo la del Palacio de Alfafar: de quién era, quién lo gobernaba, quién lo heredó y quién lo perdió; el Pasaje Ripalda y el sentido de llamar a la calle Ripalda en Valencia por los huertos que allí tenía la familia.

Mucha información hemos revelado, pero aún nos queda mucho más para descubrir, documentar y contaros.

Durante todo el tiempo que ha durado la investigación hemos tenido momentos de euforia y momentos de abandono. No siempre que sales a pescar, como nosotros decimos, cuando visitas un archivo o una biblioteca los resultados son los que deseas. Son muchos los que regresas a casa sin pesca y cuando esto se repite un día y otro, llega a hacer mella. A medida que se aproximaba el teórico final, es decir, la publicación de los resultados del trabajo por parte de Levante-EMV, pensábamos que todo terminaría con la mesa redonda y la exposición, pero no. Desde el primer día que se anuncian en el diario las publicaciones, nuestro email empieza a recibir noticias referentes a la condesa, algunas de ellas ya conocidas y desechadas por nosotros y otras que despiertan nuestro interés. Las hay de todo tipo, personales, sociales o simplemente recuerdos, pero todas ellas serán tratadas con el respeto que merecen e investigadas para su confirmación.

Analizando la nueva información

Como entenderéis, el final del trabajo sobre la vida de la condesa se aplaza hasta poder concluir el análisis de todos estos nuevos focos de información. Por nuestra parte quedaron algunos flecos pendientes que para el resultado final no tenían ninguna relevancia, como la fecha de la muerte de uno de los hijos de la condesa o donde está enterrado Antonio Romrée Cebrián, primer marido de Josefa, que acabamos de averiguar con la fecha exacta de su defunción, pero que para nuestro ego personal son importantes. Gracias a estas nuevas dosis de energía representadas por los nuevos focos de investigación, nuestras fuerzas se renueven y hacen que el trabajo continúe hasta esclarecer los datos.

Tenemos entre manos, pues, el estudio de hijos ilegítimos de la condesa, la condena de un hijo de ésta acusado de estupro, el visionado de una película en 8 mm del interior del palacio de Ripalda y otros muchos temas que hasta nuestra confirmación para demostrar su veracidad no podemos nombrar.

Queremos destacar la iniciativa del alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, presente en la conferencia del pasado día 22 de Enero junto a parte de su equipo y que al finalizar el acto invitó a Levante-EMV y a nuestro equipo a celebrar en ese consistorio en el mes de abril, un acto similar al del Casino de Agricultura, con el fin de que el pueblo de Alfafar, tan unido a la vida de la condesa, conozca de primera mano la historia de su Palacio en esa población. Recordemos que en la vida de la Condesa de Ripalda, Alfafar ocupa un lugar muy importante, pues era su lugar de asueto de la vertiginosa vida en la Corte, durante la etapa de casada con su primer marido, el Conde de Romrée, y lugar donde pasaba gran parte de su tiempo tras casarse en segundas nupcias con el Conde de Ripalda.

Por último, queremos agradecer a todos los asistentes su presencia. Fue muy importante para nosotros confirmar que la vida de la condesa de Ripalda despierta el interés que nosotros deseábamos. Pedimos disculpas a todos aquellos que no pudieron acceder al acto por haber sobrepasado con mucho el aforo del salón y queremos recordarles que tendrán una nueva ocasión de escucharnos en Alfafar.

Seguimos investigando a Josefa Paulín de la Peña, una vida de novela€

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