Salvando el rechazo de los vicentinos a la posibilidad de que la Acadèmia Valenciana de la Llengua vaya a la Roqueta, la reunión de ayer puede considerarse muy «positiva». Ambas partes así lo entienden. Las asociaciones dedicadas al mártir reconocían que era mucho más de lo que esperaban.

Y es que la propuesta del alcalde, Joan Ribó, es que las entidades vicentinas ocupen toda la planta baja del monasterio. Según fuentes municipales, allí podría crearse un centro de interpretación dedicado al santo, con audiovisuales y con sala de exposiciones permanentes y temporales en las que podrían colaborar otras ciudades donde se venera a San Vicente, como Lisboa. Contaría, asímismo, con un pequeño salón de actos y con un punto de encuentro y recepción de peregrinos, pues el colectivo ya tiene muy avanzada la señalización del Camino de San Vicente Mártir entre Huesca y València.

En este sentido, Francisca Llosa, presidenta de la asociación Valencia Cultural-Vía Augusta y Camino de San Vicente Mártir, pidió al ayuntamiento que al igual que ha señalizado la Vía Augusta en el centro de la ciudad, señalice el camino de San Vicente, con su logo oficial, desde la entrada por Almassera hasta la Roqueta. Y el alcalde se mostró muy interesado en este proyecto global.

La excavación

Finalmente, Ribó se comprometió a realizar inmediatamente las excavaciones del subsuelo del monasterio, tal como estaba comprometido. Llosa quiere que se aproveche el trabajo realizado en el año 1985 y se busquen los restos del santo y el templo constantiniano que se erigió en su honor. Y el alcalde aseguró que ésta es una cuestión prioritaria. De hecho, cuando se hizo la rehabilitación del edificio se dejó el suelo sin poner para facilitar la excavación.