Política, cultura y religión se mezclaron ayer en la reunión mantenida por el alcalde de València, Joan Ribó, con las asociaciones vicentinas para hablar del uso del monasterio de San Vicente de la Roqueta. El alcalde ofreció a los seguidores del mártir, patrón de la ciudad, toda la planta baja del monasterio, dejando la planta superior para, posiblemente, la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). Y eso para los vicentinos es una de cal y otra de arena, pues están muy satisfechos de que se reserve un espacio para San Vicente Mártir, pero no aceptan que en la planta superior se coloque «una entidad que quiere implantar el catalán en València».
La reunión de ayer, celebrada en el ayuntamiento, se enmarca dentro del proceso abierto por el equipo de Gobierno para buscar un uso al monasterio de la Roqueta, que ya está estructuralmente rehabilitado después de al menos tres décadas de abandono y ruina. Como ya adelantó este periódico, la primera opción es trasladar allí la sede de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, con una segunda posibilidad que sería instalar en la Roqueta la Hemeroteca valenciana, que actualmente está en la Biblioteca Central de la PLaza de Maguncia. Y ayer el alcalde, Joan Ribó, se reunió con las entidades vicentinas para hablar de este asunto, pues los seguidores del mártir quieren que, si no en todo, al menos en parte el edificio se dedique a San Vicente.
Usos pendientes de confirmar
Según explicó Francisca Llosa, presidenta de la asociación Valencia Cultural-Vía Augusta y Camino de San Vicente Mártir, el alcalde les ofreció toda la planta de abajo para dedicarla al santo y se reserva la parte de arriba para la AVL. Aunque salió a relucir también la opción de la Hemeroteca y no hay nada cerrado, todo parece indicar, dijo Llosa, que esa es su primera opción.
«Y claro, para nosotros que nos den la planta de abajo está muy bien. Esto nosotros no nos lo esperábamos. Lo que no nos gusta, y así se lo hemos dicho al alcalde, es que arriba pongan una entidad catalanista», resumió Llosa.
Hacer abajo un centro de interpretación, una sala de exposiciones permanentes y temporales, con audiovisuales y un centro de recepción de peregrinos, que fue la oferta municipal, es lo que ellos realmente quieren, pero insisten en que no van a aceptar la academia. Según dicen, «un espacio vinculado al santo tiene que ser respetuoso con todo el mundo, y esto no lo es, pues entramos ya en planteamientos políticos que no vamos a aceptar».
No cree, sin embargo, que rechazar la AVL sea precisamente politizar la figura del santo. «Tampoco pondríamos otra asociación que defendiera el valencianismo», dicen, como también consideran inapropiada la propuesta de una de las entidades presentes en el encuentro de hacer de la Roqueta un espacio para acoger «refugiados, personas sin techo, drogadictos etc.». Todo eso está muy bien, pero hay mil edificios para eso, no la Roqueta», explicó Llosa.
Ante este rechazo manifiesto, el alcalde prefirió no entrar en el cuerpo a cuerpo y fuentes municipales ni siquiera confirmaron los posibles usos del monasterio. Por su parte, la AVL dijo respetar todas las opiniones y no responder.
