Más de dos mil personas, pertenecientes a 60 grupos de diferentes países, participarán en el Carnaval de Russafa, que llega a su octava edición y que tendrá lugar el sábado 24 de febrero, desde las cinco de la tarde a las once de la noche desde la plaza de Manuel Granero y que será el colofón a los festejos carnavaleros de la ciudad tras otros emblemáticos como los de Benimaclet y el Cabanyal.

Se trata de una fiesta combinada en la que, por una parte, se pretende recuperar la tradición histórica del Carnaval de València (fiesta cuya preeminencia fue arrinconada por el impulso municipal a las Fallas) y, por otra parte, favorecer el intercambio cultural con la participación de entidades de diferentes nacionalidades, haciendo valer el carácter multicultural de un barrio que, en las últimas décadas, ha crecido y se ha desarrollado al abrigo de las diferentes comunidades que allí residen.

«El Carnaval es un grito que nos dice que aquí cabemos todos y todas y que la cultura tiene muchas dimensiones. Por ello, el Carnaval es un espacio de convivencia e intercambio para dar a conocer a la ciudadanía la riqueza cultural de este tan singular barrio» aseguraron los organizadores, las asociaciones culturales Jarit y Sariri.

El ayuntamiento, que colabora económicamente con este encuentro, lo apoya porque, en palabras del concejal Pere Fuset «está reviviendo con fuerza y tiene una gran capacidad de inclusión».