El nuevo plan especial del Cabanyal impulsado por el Govern de la Nau entierra definitivamente el proyecto de las piscinas olímpicas de Eugenia Viñes, una gran pastilla de suelo a espaldas de la Marina de València y el Paseo Marítimo, que pasa a ser una de las diez unidades de ejecución previstas en el futuro planeamiento urbanístico donde se podrán construir 235 viviendas.

El documento, que ahora está en fase de informes previos, contempla la construcción de1.500 nuevas viviendas en todo el barrio, gran parte de las cuales se concentrarán en Eugenia Viñes y en otras dos unidades previstas en la franja de suelo paralela a la calle Doctor Lluch donde hay un parque y varias dotaciones deportivas que ahora estarían en el aire. En estas tres unidades de ejecución se contempla la construcción de 741 viviendas.

Los vecinos del barrio, que reclaman más rehabilitación y menos nueva construcción, se oponen a la recalificación de los terrenos de uso dotacional porque supondrá la pérdida de uno de los pocos parques del barrio.

Los arquitectos autores del plan aseguran que la edificación de estas pastillas de suelo, entre las que se incluye la reserva para el túnel del acceso norte del puerto (que el Govern de la Nau ha derogado) mejorará la vertebración del barrio y se hará de manera compatible con los usos dotacionales y de zonas verdes que ya existen, incluso ampliándolos.

La memoria del borrador del plan también justifica las nuevas reservas de suelo residencial, el 60% de las cuales se deberá destinar a VPO, para poder financiar en parte el coste de la regeneración del barrio a través de los aprovechamientos urbanísticos del suelo.

Otras 250 viviendas se construirán en la denominada zona cero del Cabanyal, la más afectada por los derribos de la derogada prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez. El plan especial contempla una nueva unidad de ejecución al final de Blasco Ibáñez destinada en su mayor parte a jardín.

Los autores del plan justifican la integración de esta unidad, que técnicamente queda fuera del barrio del Cabanyal, como mejora del borde urbano en el encuentro de Blasco Ibáñez con Serrería.

Los vecinos apuntan que se ha incluido para cuadrar los ratios de zonas verdes tras el incremento de edificabilidad y la eliminación de zonas verdes en Doctor Lluch. En este cruce está prevista además la reordenación del tráfico. La estación del Cabanyal dejará de ser una rotonda y quedará integrada en el barrio y el tráfico se desviará por el lado oeste.

El plan contempla igualmente otras tres unidades de ejecución en el entorno de Tarongers que se reserva a usos preferentemente universitarios. Esta fue precisamente la zona donde la Universitat Europea intentó, sin éxito, instalarse.

La redacción del nuevo plan del Cabanyal sin prolongación de Blasco Ibáñez ni derribos se ha encomendado, a través de Aumsa, a un equipo de arquitectos y urbanistas externos liderado por el que fue director general de Urbanismo, Gerardo Roger, y Luis Casado, en el que también participa el arquitecto y miembro de Salvem el Cabanyal, Tato Herrero, que están llevando a cabo un proceso de participación ciudadana a fin de conseguir un plan urbanístico lo mas consensuado posible.

La previsión es que el documento preliminar del plan especial del Cabanyal (PEC) se presente antes de final de año para su aprobación inicial en el pleno y la apertura de proceso de exposición pública y alegaciones, con lo que resulta poco probable que el barrio pueda contar con un nuevo plan especial en esta legislatura.