El Ayuntamiento de València sigue sin formalizar la compra de la senda privada que lleva al embarcadero público del Palmar, por lo que los cinco barqueros que trabajan en esta zona se sientes «muy perjudicados», al tiempo que advierten de que la Romería del Santísimo Cristo de la Salud, que se celebra cada 4 de agosto, «está en serio peligro», pues consideran que podría darse el caso de que los propietarios se negaran a abrir la puerta si el consistorio no cumple con su compromiso de adquirir este pequeño terreno.

Lo cierto es que el Ayuntamiento de València ya ha puesto en marcha todos los trámites para la adquisición de este acceso al embarcadero. De hecho, el 15 de septiembre del pasado año la Junta de Gobierno Local aprobó la compra de unos 500 metros de terreno en que dan acceso al pequeño puerto público del Palmar, propiedad de la familia de la Trilladora del Tocaio.

El consistorio, gracias a las gestiones que encabezó en su día la alcaldesa del pueblo, Raquel Romero, llegó a un acuerdo para adquirir este paso por 93.000 euros (impuestos incluidos). Con este acuerdo se ponía fin a 13 años de inseguridad jurídica, ya que el acceso permanece cerrado al público desde el pasado 1 de julio de 2017 tras producirse un accidente de una persona.

Desde entonces los cinco barqueros que trabajan en el embarcadero público abonan 150 euros mensuales a los propietarios para poder hacer uso de este acceso. «Ya son muchos meses en el que estamos afrontando este gasto importante para nosotros y el Ayuntamiento, pese a lo anunciado, aún no ha formalizado la compra del acceso», se lamentaba Manolo Marco, portavoz de los barqueros.

Marco asegura que hace unos días se reunieron con la familia propietaria del acceso y todos coincidieron en que si el Ayuntamiento de València no acelera las gestiones y materializa la compra anunciada «la Romería del Santísimo Cristo corre peligro», una fiesta que reúne a cientos de personas que parten del pequeño embarcadero del Palmar.

Fue el anterior equipo de gobierno del PP el que impulsó la construcción del embarcadero del Palmar en 2004. Sin embargo, el consistorio no adquirió los terrenos para acceder al puerto, provocando una inseguridad jurídica que obligó a la familia a clausurar el paso, ante posibles responsabilidades por accidentes. Aunque el anterior gobierno trató de llegar a un acuerdo en reiteradas ocasiones con los propietarios, éstos nunca accedieron a la venta al considerar que no se ajustaba a sus condiciones.

La adquisición de este acceso será posible por la acción conjunta de hasta cuatro concejalías: Pobles de València, Devesa-Albufera, Patrimonio y Hacienda. De hecho, el acuerdo de la Junta de Gobierno Local instó a que se incluya la partida de 93.000 euros prevista en la octava modificación de crédito del presupuesto del Ayuntamiento.