El Ayuntamiento de València iniciará este mes un campaña para combatir una nueva plaga de cochinilla exótica detectada y que puede poner en peligro el correcto desarrollo de las plantas de los jardines de la ciudad. Para ello, los técnicos de la concejalía de Parques y Jardines han optado por el método menos nocivo para la salud y más respetuoso con el medio ambiente, con la denominado control biológico. La solución será soltar ejemplares de las conocidas «mariquitas», que atacan a sus «rivales» y acaban con su efecto destructor.
Según explican desde el departamento que dirige la concejala Pilar Soriano, durante los primeros días de este mes de abril se va a proceder a la suelta de ejemplares del coleóptero «Rodolia cardinalis» (comúnmente conocidas como mariquitas), proporcionados por la Conselleria de Agricultura, Pesca i Alimentació. El objetivo es luchar contra una plaga de una cochinilla exótica de reciente aparición, «Icerya seychellarum», que se caracteriza por ser muy polífaga (es decir, que tiene un excesivo deseo de comer), succionar savia y producir melaza, po lo que favorece la aparición de hongos (como la negrilla) . Al dificultar la fotosíntesis de las plantas, disminuye su crecimiento. Fuentes de la concejalía aseguran que esta cochinilla es «de reciente aparición» y está extendiéndose por los jardines de la ciudad «habiéndose detectado numerosos focos en nuestra ciudad, motivo por el cual se procederá su control biológico mediante el uso de insectos útiles, siguiendo la política de reducir todo lo posible el uso de productos químicos», señalaron a este periódico.
La técnica no es nueva y se viene usando desde hace muchos años, pero desde el Govern de la Nau insisten que es importante apostar por este tipo de tratamientos biológicos para reducir el efecto perverso de los insecticidas en la salud de las personas y el medio ambiente. Desde el departamento que dirige Pilar Soriano explican que el control biológico de plagas ya se ha usado con éxito en el Pont de les Flors. Debido a que por motivos de ahorro económico se apostó por cambiar los geranios y las murcianas una vez al año, se hace imprescindible un mayor cuidado de estas plantas para que duren una larga temporada en condiciones óptimas de floración.
El mandato del Govern de la Nau se está caracterizando por la apuesta de una nueva jardinería basada en la plantación de especies autóctonas, el máximo aprovechamiento de los recursos hídricos de la ciudad y una iniciativa que en algunos barrios ha causado controversia, como es la de dejar crecer hierbas y flores en los alcorques de los árboles. Mientras que para los partidos de la oposición esta política es sinónimo de alcorques descuidados, para el Govern de la Nau es, básicamente, todo lo contrario, ya que mejorar la calidad medioambiental, contribuye a la estética de la ciudad y reduce el uso de plaguicidas.
