El Gobierno, según lo expuesto ayer tras la reunión de alcaldes donde se aprobaron las medidas a tomar ante la falta de inversión estatal para el transporte metropolitano, incluía la partida de 38 millones en los presupuestos generales pero nunca se dispuso de ella porque «la Generalitat no cumplía con los requisitos» ni las aportaciones que exigía el contrato programa, según explicó ayer la gerente de la AMTV, María Pérez. Con lo cual la cantidad perdida para el transporte público superaría los 300 millones de euros. Solo con lo que no se ha recibido en los dos últimos años se podrían haber terminado la T2 hasta Natzaret. La Generalitat admite que si en el respaldo financiero del Gobierno la integración del transporte público del área metropolitana no es posible y no se podrán poner en marcha medidas como la integración tarifaría, el denominado billete único para el metro-tranvía, los autobuses y los trenes de cercanías. Esta es una de las principales reivindicaciones de los municipios de l'Horta, Camp de Turia y la Ribera que llevan años exigiendo la modernización de las líneas y la reordenación del sistema tarifario para acabar con anomalías como que los usuarios del transporte público que están más cerca de València paguen más que otros que están más lejos. El gobierno «es la tercera pata», destacó ayer el secretario autonómico de Vivienda y Vertebración, Josep Vicent Boira. La Generalitat y el ayuntamiento de València por su parte ya trabajan en la integración de los operadores de transporte (FGV y EMT) ya que las inversiones en transporte metropolitano se arbitrarán a través de dichos los operadores. «Los usuarios de transporte público van en aumento», una realidad a la que hay que dar respuesta.