La intensidad media diaria (IDM) del tráfico en València descendió en marzo por tercer mes consecutivo. La disminución global de la circulación fue del 1,6 por ciento y de nuevo la ronda interior capitalizó la caída de los desplazamientos motorizados, con un 11,6 por ciento menos. La estadística que compara Levante-EMV recoge 50 puntos de control de la red del ayuntamiento.

El año en curso está consolidando la tendencia a la baja del uso del coche en València. Aunque la caída es tímida (-1,5 % en enero, -2,4 puntos en febrero, lo cierto es que debería ser una buena noticia para la ciudad en términos medioambientales y de salud, porque la lógica es que se reduce la contaminación, aunque no siempre se puede establecer un paralelismo porque influyen otros factores como la climatología. La presencia de menos vehículos, eso sí, ayuda a la tan deseada pacificación del tráfico que busca el Govern de la Nau.

La reducción es más significativa si cabe por el hecho de que se produce en un periodo de tímido crecimiento económico, que tradicionalmente lleva emparejado un aumento del uso del coche.

En marzo por las entradas de la ciudad entraron un 0,3 por ciento de vehículos menos que hace un año, mientras que las rondas y bulevares sí experimentaron un leve ascenso de vehículos del 1,2 por ciento, mientras que en la denominada Ronda Tránsitos se elevó un tímido 0,2 por ciento.

En grandes vías y grandes avenidas, por el contrario, se constató una reducción del tráfico del 1,4 por ciento, mientras que de nuevo la ronda interior consolidó su tendencia a la baja y rebajó el flujo diario de vehículos en un 11,6 %.

Guillem de Castro fue el punto de la ciudad con la reducción de tráfico más acusada (del 22,5 por ciento), mientras que la entrada de la A3 y la avenida del Cid también registró un descenso superior al 7 por ciento.