De completamente paralizada y abandonada, a retomar el proyecto en su concepto inicial. La Generalitat Valenciana no solo se ha propuesto terminar los tramos inconclusos de la Línea 10 (antigua T2) de Metrovalència, sino que realizará un estudio de viabilidad para el recorrido soterrado que atravesaría Ciutat Vella, desde el Mercat Central hasta el Pont de Fusta.

Una opción que el anterior ejecutivo del PP mandó al fondo del cajón de los proyectos -como el resto de la línea hasta Natzaret- ante la imposibilidad económica de materializarla. Y eso que se gastó 195 millones en construir parte de la L10.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, avanzó ayer importantes novedades en su plan para poner en marcha la inacabada línea 10. Además de retomar la idea de perforar el subsuelo de Ciutat Vella, anunció que en enero podrían comenzar las obras del tramo que va de la calle Alicante hasta la Ciutat de les Arts i les Ciències (soterrado hasta Hermanos Maristas y en superficie hasta el complejo de Calatrava).

De momento, la Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, ha encargado la redacción del proyecto de la L10 de Metrovalència desde la calle Alicante de la ciudad de València hasta el barrio de Natzaret, que ejecutaría en dos fases.

Si los plazos se cumplen, en octubre estaría finalizada la redacción del proyecto y para enero comenzarían las obras de la primera fase que llegaría hasta la Ciutat de les Arts i les Ciències, con coste estimado de 50 millones de euros, de los que 30 serán aportados por la administración autonómica y 20 por fondos europeos Feder.

Cuando finalice esta fase comenzarían las obras de la segunda, desde el Oceanogràfic hasta Natzaret, cuyo presupuesto asciende a 36 millones de euros, y por donde debería circular el tranvía.

Intención firme

Pero además, Ximo Puig avanzó ayer que la Conselleria de Infraestructuras ha encargado el estudio de prolongación de la citada línea desde la calle Alicante al Mercat Central de València (donde ya está construida la estructura de la estación) y al Pont de Fusta.

«Hemos pasado de una línea que estaba totalmente abandonada por el anterior Consell a poner en marcha el proceso para que la conexión de Natzaret al Pont de Fusta por metro y tranvía sea posible en los próximos años», dijo el President.

El tramo de la calle Alicante hasta la estación ya construida del Mercat Central precisa conectarlo con un túnel que no se ejecutó en su día.

En cambio, el tramo entre el Mercat y el Pont de Fusta es toda una incógnita, pues atravesaría toda Ciutat Vella con un complejo túnel cuyo presupuesto puede ser multimillonario. Así, la Generalitat retoma la idea, aunque antes volverá a realizar un estudio de viabilidad, tanto técnico como económico de esta complicada infraestructura.

El máximo responsable autonómico destacó que su ejecutivo descarta renunciar a una «infraestructura de transporte fundamental» y rechaza «malgastar recursos ya invertidos por los valencianos» en esta obra. «Se van a hacer los proyectos. Nuestra voluntad es hacer las obras atendiendo a la realidad presupuestaria que tengamos», agregó Ximo Puig.