València contaba con 16 estaciones que medían la calidad del aire de la ciudad, pero el año 2005 el gobierno del Partido Popular «reordenó» por completo esta red para calibrar el nivel de polución, eliminó 10 de los 16 puntos de registro y reubicó el resto en zonas con poca afección del tráfico rodado.

Los grupos ecologistas y la oposición denunciaron aquella maniobra que, trece años después, comienza a revertirse tras la presión de plataformas como València per l´Aire. La Generalitat Valenciana, a instancias de la Concejalía de Medio Ambiente, ha adjudicado la instalación de una nueva estación de control medioambiental para la plaza del Ayuntamiento, lo que permitirá tener un diagnóstico más certero y cercano de la calidad de aire que respiran los vecinos.

La plaza del Ayuntamiento se considera un punto clave para medir la calidad del aire de la ciudad. Su configuración actual como enorme rotonda que distribuye el tráfico en el barrio de Sant Francesc, la convierte en uno de los puntos negros de la ciudad.

Según las comprobaciones realizadas el pasado año por Mesura Xarxa Ambiental -integrada ahora en València per l´Aire-, la plaza o la calle Colón muestran mayor concentración de partículas y ´black carbón´ que en las rondas sur y norte, e incluso superiores a la V-30.

Ante las evidencias de que València necesita actualizar los registros sobre la calidad del aire -aún con los actuales parámetros se activó el pasado año dos veces el protocolo anticontaminación-, la Concejalía de Medio Ambiente que dirige Pilar Soriano solicitó a la Generalitat la creación de nuevos puntos de medición.

Así, el departamento de lucha contra el cambio climático y protección de la atmósfera de la Conselleria de Medio Ambiente ha contratado una cabina con analizadores de gases y partículas para ubicar en la Plaza del Ayuntamiento. Esta licitación salió a concurso en un lote junto con otra estación para otro municipio y ambas conjuntamente han sido adjudicadas por importe de 42.800 euros a la empresa BSG (aparte irá el coste de los analizadores de gases y partículas).

«Ante la política perpetrada por el Partido Popular, durante años, de esconder los datos de contaminación atmosférica a través de la ubicación ineficiente y tramposa de las estaciones medidoras del NO2, nosotros apostamos por un aire limpio y por monitorizar y controlar de forma veraz y realista la contaminación atmosférica, ya que es uno de los factores condicionantes de la salud de las personas que viven en las ciudades y se considera el principal riesgo ambiental para la salud a nivel mundial. Por eso es importante esta acción, ya que con datos más veraces podremos preservar la salud de la ciudadanía y mejorar la calidad del aire de València», aseguraba ayer la concejala Pilar Soriano a este periódico.

Pacificar, el camino a seguir

Desde el colectivo València per l´Aire, uno de sus portavoces, José Manuel Felisi, se felicitaba por la iniciativa del ayuntamiento y la Generalitat. «Es un paso adelante que demuestra un cambio de actitud de las autoridades», explicaba, para añadir: «Es importante que se midan tanto las partículas finas, las ultrafinas, gases NO2, el CO2 y el ozono. No todas las estaciones tienen estos parámetros. Y es importante que el ayuntamiento ofrezca los datos con los umbrales de la OMS, ya que los umbrales del Real Decreto son de hace 20 años y no se corresponden a la realidad actual». Felisi espera que esta iniciativa se extienda a todos los barrios. «Se ha demostrado que las zonas pacificadas, como Ciutat Vella, mejoran considerablemente su calidad del aire», explica.