El Ayuntamiento de València ve con buenos ojos la World Race en la Marina, siempre que se trate de costes asumibles, tal como ha ocurrido con la Copa Davis. Desde el consistorio se está haciendo un seguimiento de los contactos establecidos entre los organizadores de la ya extinta Barcelona World Race y los responsables de la Marina.

Fuentes cercanas a Joan Ribó explican que el alcalde de València quiere primero conocer el gasto real y los beneficios que la celebración de la World Race tendría para la ciudad, para poder evaluar su impacto sobre la economía local, y tomar las decisiones que correspondan. La primera autoridad municipal, por tanto, estaría abierta a establecer la sede de esta competición en València, «siempre que ello sea beneficioso para la ciudad y los vecinos», tal como apuntan las mismas fuentes.

El consistorio de Ribó quiere apostar por la «dinamización de la economía local y la generación de empleo en los barrios», y por la «rectitud y transparencia» en cualquier negociación. Además, el mismo alcalde quiere hacer partícipe del análisis y toma de decisiones a la Generalitat, propiciando la colaboración e incluso presentando conjuntamente cualquier novedad al respecto de la World Race. Así ha ocurrido con la Copa Davis entre España y Alemania, en la que consistorio pagaba, a través de la Fundación Turismo Valencia, 336.000 euros, según consta en el acuerdo de la junta de Gobierno del pasado 23 de marzo. Unos 300.000 se destinaban íntegramente al canon mientras que los 36.000 restantes iban a tareas de promoción. La Generalitat aportaba 150.000 euros para promocionar el evento tanto a nivel autonómico como internacional y finalmente, la Diputación corría con los gastos para la adecuación de la plaza de Toros en una pista de tenis.