Las siete startups que esta semana forman la delegación valenciana en Silicon Valley conocieron de primera mano las posibilidades y las complicaciones de instalarse en la cuna de la tecnología mundial, pero sobre todo identificaron los modelos de trabajo que pueden implementar en sus empresas o los campos de investigación que más futuro tienen en la actualidad.

De hecho, estos modelos son el mayor capital que se llevarán para València, donde tienen claro la práctica totalidad de ellas que quieren seguir desarrollando su labor.

De este valle salieron compañías como Apple, Twitter o Google y es único en el mundo porque se ha producido una concentración de administraciones públicas y privadas, se han instalado más de 200.000 startups, se valora más el éxito que el fracaso, concentra el talento de todo el mundo, es una comunidad abierta donde todos se ayudan, hay gran cantidad de inversores, existe tecnología que no hay en otro lugar, se paga bien y se ilusiona a la gente.

Son, por tanto, abanderados de la innovación. En la actualidad, según explicó Yurena García-Hevia, son tendencia la identificación de Fake News y la creación de los coches autónomos sin conductor. Así mismo, se trabaja con intensidad en el control y unificación de todos los dispositivos de una casa, el abaratamiento de los sistemas o la movilidad. Y en San Francisco, donde recientemente se ha legalizado la marihuana, se trabaja también en ese campo.

Hay, así mismo, nichos de trabajo absolutamente experimentales que marcarán el futuro más inmediato. La inteligencia artificial concentra todos los esfuerzos, así como la introducción de algoritmos en las aplicaciones.

Los intérpretes del lenguaje son otro de los campos del futuro y lo que se llaman soluciones profesionales, que sería introducir el mundo digital en profesiones donde no existe. Por ejemplo, que los abogados tengan acceso a los antecedentes judiciales o introducir sistemas de producción informatizados en la agricultura o la ganadería.

Pero Silicon Valley es muy complicado de alcanzar. Las dificultades son muchas, sobre todo porque la competencia es muy grande y todo resulta muy caro. Como los salarios son muy altos (un becario de una gran compañía puede cobrar 5.000 dólares al mes) la vivienda o los centros de trabajo también lo son.

Según Yurena García Hevia, un apartamento de una habitación puede costar 3.600 dólares al mes y una habitación alquilada, en torno a los 1.400. Y si alguien quiere instalarse en Silicon Valley, que es lo más recomendable si se quiere conseguir financiación, deberá disponer de no menos de dos millones de euros.

La periodista Rosa Jimémez, explicó, por su parte, que hay una sobresaturación de empresas. «Aquí se peregrina, toda empresa quiere venir al menos a conocer esto», dijo. Y el carácter de los españoles no ayuda mucho en ese sentido, porque aunque son buenos y trabajadores, los definió como «ciclotímicos», es decir, que «primero creen que se van a comer el mundo y cuando algo falla creen que están hundidos». Les falta «método», que es la base sobre la que se trabaja en EE UU.

Así las cosas, la mejor opción para las startups valencianas, y así lo confirmaron en esta primera sesión de trabajo, es empaparse de los métodos de gestión y las tendencias actuales para trasladar todo ese conocimiento a València. Eso incluye, los sistemas para conseguir inversores, la gestión de los equipos o los sistemas de venta, que es lo que pudieron conocer en la segunda parte de la jornada, cuando la delegación visitó las compañías Booking, Adobe, Wework y Twitter.