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Los vecinos de la Lonja reclaman alquileres con opción a compra

El arquitecto apuesta por una rehabilitación integral como se hizo en la plaza Redonda - Las 40 familias que viven en el edificio solicitan que se reconozcan sus derechos y niegan ser okupas

Los vecinos de la Lonja reclaman alquileres con opción a compra

Las familias que viven en la Lonja de pescadores del Cabanyal seguirán negociando con la Concejalía de Patrimonio del Ayuntamiento de València para quedarse en sus casas mediante alquileres con opción a compra. El ayuntamiento, que impulsa la rehabilitación del edificio, combinando el uso residencial con el dotacional y cultural, planteó en el inicio de las negociaciones con los vecinos de la Lonja un acceso diferido a la propiedad de las casas (figura similar al alquiler con opción de compra), si bien esta semana, en la reunión que la concejala de Patrimonio, María Oliver, mantuvo con la plataforma Veïns Units Llotja del Cabanyal (VULLC), la opción que toma forma es la de un alquiler a largo término, pero sin ceder en propiedad las casas.

Los vecinos, según ha conocido este diario, reclaman el mismo trato que se está dando a otras propiedades que han pasado a manos del ayuntamiento al agotarse las concesiones, como las viviendas de primera línea de playa (Pavimar). Las reticencias del ayuntamiento a vender las casas de la Lonja obedecerían a su intención de evitar que se especule con ellas, como ya está ocurriendo con algunas propiedades de Pavimar, que han pasado a manos privadas y que se están vendiendo por más de 100.000 euros.

Los inquilinos de la Lonja, ahora de propiedad municipal tras caducar la concesión, son en su mayoría descendientes de pescadores a los que la Marina Auxiliante, la entidad a la que hace un siglo se otorgó la concesión del suelo para construir la lonja, permitió edificar en su interior almacenes. Estos almacenes acabaron convirtiéndose en viviendas, de pequeñas dimensiones, si bien ninguno de los inquilinos tiene reconocidos los derechos de propiedad. «Estamos en tierra de nadie», apuntan fuentes de la plataforma ciudadana creada hace dos años para defender los derechos de los inquilinos de la Lonja. La reivindación de Veïns Units es que el ayuntamiento les reconozca sus derechos como hogares. «No somos ocupas, llevamos un siglo pagando el impuesto de bienes inmuebles y manteniendo con vida el edificio», apuntan fuentes del colectivo. El 80% de las viviendas de la Lonja están habitadas.

Tras salvarse del plan de la prolongación del Cabanyal (ya derogado), que preveía su traslado, la Lonja y la vecina Casa dels Bous, se recuperarán como piezas fundamentales del patrimonio y la memoria histórica del antiguo barrio de pescadores. La rehabilitación de la Lonja llevará el sello del despacho de arquitectura Vetges Tu, al que la Sociedad Plan Cabanyal acaba de adjudicar el proyecto de ejecución de la intervención, que ya cuenta con un proyecto básico previo redactado por la Universidad Politécnica de València y coordinado por Gaspar Muñoz.

El arquitecto Amando Llopis (Vetges Tu) aseguró ayer que la rehabilitación de la Lonja es un proyecto muy ilusionante, al tiempo que supone un reto. La intención del Govern de la Nau es mantener el uso residencial y convertir el espacio central, en la actualidad ocupado parcialmente por cerramientos de los vecinos, en un espacio para el barrio. En esta línea, Llopis apuntó que su trabajo se ceñirá a la eliminación de los elementos impropios del edificio, a la restauración de la cubierta de madera, que está dañada en el algunos puntos, así como a la recuperación de las fachadas de ladrillo, realzando el frontón del edificio.

Lo deseable, asegura el arquitecto, es que se haga una rehabilitación integral, como se hizo en la plaza Redonda o en la Finca Roja, ambas ejecutadas por Vetges Tu. Para ello es necesario que los vecinos se comprometan a rehabilitar sus casas. En el caso de la plaza Redonda hubo que firmar convenios privados, propietario a propietario, estableciendo los derechos y obligaciones tanto del ayuntamiento como de los vecinos. Llopis aboga por regular los usos de las casas de la Lonja para evitar que acaben convertidas en apartamentos turísticos.

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