Mil personas acudieron ayer a las puertas de los centros de Servicios Sociales del Ayuntamiento de València para iniciar los trámites con los que conseguir la Renta Valenciana de Inclusión. La jornada de ayer estaba anunciada como el inicio de las peticiones y, tal como era de prever, los locales de los barrios se llenaron con los pliegos de aquellas personas que buscan, con estas ayudas, mejorar su calidad de vida.

La concejala de Igualdad y Políticas Inclusivas, Isabel Lozano, informó en este sentido, que de los once Centros Municipales, los que más solicitudes tramitaron fueron los de Salvador Allende (148 peticiones), Quatre Carreres (120) y Malva-rosa (102).

Lozano destacó «el esfuerzo» que hace el Ayuntamiento de València, a través estos espacios de proximidad. Sus funcionarios estaban preparados para convertirse en expertos a la hora de resolver dudas. «Durante los días previos se han realizado actividades formativas al personal municipal, en colaboración con la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, de forma que el Ayuntamiento está en condiciones de asumir los próximos días esta tarea de atención a la ciudadanía».

La concejala Lozano ha puesto en valor la importancia de la Renta, ya que «materializa la voluntad del Govern de la Nau y del Botánico de rescatar personas, de trabajar por el bienestar de todos y todas. Con la Renta hay un antes y un después en la política de inserción, se trata de un gran avance que a medio plazo tendrá resultados palpables muy positivos».

Por último, desde la concejalía, se ha destacado la «normalidad» de toda la jornada en los once centros, y se ha recordado que se han destinado a dos personas técnicas por centro, en exclusiva, para la atención a la Renta Valenciana de Inclusión. Independientemente de ello, se ha recomendado consultar previamente en el 010 y 012 para conocer si realmente los solicitantes forman parte de los grupos sociales que pueden acogerse a estas ayudas.

Las rentas de inclusión son, en esencia, un subsidio condicionado a diferentes tipologías, pero unidas por un hilo común: deberían ir a parar a personas con recursos limitados, atrapados en hipotecas o alquileres con los que malviven, personas en riesgo de exclusión, víctimas de maltrato, etcétera y destinado a cubrir las necesidades básicas y poder insertarse en planes de inclusión sociolaboral para no hacer crónicos sus problemas económicos.

Este año se ponen en práctida dos de las rentas: la de Garantía de Ingresos Mínimos y la de Inclusión Social. Que, una vez aprobadas, se cobrarán con efecto retroactivo a partir del día 1 del mes posterior a la solicitud.

Oltra está «expectante»

No se trata sólo de una acción en la ciudad, sino en toda la Comunitat Valenciana. Por ello, la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, confesó ayer que están «expectantes y un poco nerviosos» por la entrada en vigor de la nueva renta, que se calcula que puede llegar a 120.000 personas. «Estamos mirando como impacta esto en la población», señaló Oltra a Efe, a la vez que describía las familias beneficiarias como «familias que durante la gestión de la crisis se han empobrecido y con esta nueva renta no solo tienen el derecho a una prestación sino a la inclusión social. Los beneficiaros podrán estabilizar su situación económica para dedicarse a construir un proyecto de vida independiente».