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La Saïdia

La reforma de la Plaza de la Reina tendrá en cuenta el nuevo Mercat de l´Escuraeta

Los vendedores instalarán 29 puestos, todos unificados en forma y tipo de producto - Galiana: «Hacía falta poner en valor algo tan tradicional»

«Poco a poco, aprendiendo de los errores si se producen, pero tomando nota también de las virtudes, va a ser una primera experiencia que esperamos con mucho interés. Todos sabemos que es un mercado muy tradicional, muy nuestro, y queremos ponerlo en valor». Los visitantes que acudan a la víspera de la Virgen saben que, sí o sí, van a hacer una parada en la Plaza de la Reina para echar un primer vistazo al Mercat de l'Escuraeta. Y, casi seguro, como recuerdo de la peregrinación, llevarán algún recuerdo a casa. En las semanas siguientes, hasta el 3 de junio, estarán a disposición de los turistas para ofrecer sus productos. Pero con una cara nueva.

El ayuntamiento estrenará en la edición 2018 un nuevo mercado, con mejor cara que la ofrecida en los últimos años, donde acabó por recibir el apelativo de «mar de plástico». La Junta de Gobierno Local aprobó días atrás una moción presentada por el concejal de comercio, Carlos Galiana, para establecer criterios y requisitos de autorización, y que incluye, a imagen y semejanza del Mercado de Navidad, la instalación de unos puestos uniformes.

Más aún, Galiana adelantó también que «en la remodelación de la Plaza de la Reina se ha tenido en cuenta este mercado y el resto de los que se instalan a lo largo del año, como el que hay en Navidad, para, por ejemplo, disponer de instalaciones eléctricas ya incorporadas en el espacio urbano».

El Mercat se distribuirá en 29 puestos. Del 1 al 22, alrededor de la Puerta de los Hierros, la fachada la Catedral y su parte de enfrente. Los puestos del 23 al 29 harán un círculo en la rotonda interior que hay en el jardincillo, donde, por ejemplo, en los últimos años se ha plantado el árbol de Navidad de la asociación de comerciantes.

Apuesta municipal

Una cosa es la disposición y otra la puesta en marcha. «Todos somos conscientes de que había que apostar por este mercado y no dejarlo de la mano de Dios. Se ha hablado con los representantes de los vendedores y son ellos los que han buscado el modelo de caseta. No quiero hablar de puestos decentes, pero sí que estéticamente va a mejorar mucho».

Es una fórmula parecida a lo que sucedió en las pasadas fiestas con el Mercado de Navidad, que se instaló en los alrededores de la Plaza del Mercado. Con una salvedad: «en aquella ocasión hubo complicaciones porque no todo el mundo empezó a vender en las fechas previstas». Lo que dio una imagen de dejadez, con unos puestos muy atractivos estéticamente, pero muy pocos de ellos abiertos. «Ahora saben que tienen que estar todos los días y que el titular debe estar porque son adjudicaciones personales. Todos los inicios son complicados, pero hay que hacer el camino».

De la misma forma que en el caso navideño, aquí también se incide en que no se puede vender cualquier cosa. «L'Escuraeta es lo que es: cacharros de barro, botijos... una artesanía muy tradicional. No se puede vender cualquier producto».

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