Hace tres años exactamente que todos los partidos políticos con aspiraciones de obtener representación en las elecciones municipales de 2015, excepto el Partido Popular, firmaron un pacto para salvar el barrio del Cabanyal. La Asociación de Vecinos se encargó ayer de recordarlo en las redes sociales con unos puntos suspensivos que son toda una invitación al los ahora responsables municipales y también a los partidos de la oposición a trabajar, cada uno desde su trinchera, por la mejora de la situación social, que a día de hoy llega con cuentagotas.

Fue el 5 de mayo de 2015 cuando todos los partidos de izquierda, más Ciudadanos y las principales plataformas vecinales se dieron cita en el Centre d'Octubre para rubricar un acuerdo de salvación para el Cabanyal. No acudió el Partido Popular, que mantenía intacta su decisión de prolongar la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar por encima incluso de la orden ministerial que lo impedía. Los firmantes querían precisamente trasladar a la sociedad valenciana que eso no pasaría si ellos llegaban al Gobierno municipal.

Finalmente se constituyó un gobierno de izquierdas -Compromís, Partido Socialista y València en Comú- y su primera decisión fue derogar el plan del Cabanyal y quitar del barrio la amenaza de la prolongación. El Cabanyal estaba salvado de la piqueta.

Sin embargo, en estos tres años no se ha avanzado al ritmo que esperaban los vecinos, ni en el terreno urbanístico, ni en el terreno social. Así que su intención de ayer, al recordar el tercer aniversario de aquel pacto, era arengar a los gobernantes y también a la oposición a acelerar sus proyectos para el barrio.

Pepa Dasí, presidenta de la Asociación de Vecinos del Cabanyal, explicó ayer que en este tiempo se han hecho cosas en el barrio, «pero la cosa va lenta» y algunas cuestiones aún no se han abordado al menos con la intensidad que ellos quisieran.

Se refirió en concreto a la zona cero del barrio, donde hay cientos de viviendas derribadas o degradadas. A su juicio, este es un problema muy importante que no se ha tratado con la intensidad que merece.

Desde hace meses, los distintos colectivos del barrio viene reclamando también medidas por la normalización social y una mayor presión policial contra la venta de drogas, las fiestas nocturnas o las okupaciones ilegales, una situación esta última que está dificultando tanto la rehabilitación de viviendas como la instalación de dotaciones públicas.

En última instancia, reclaman celeridad en las actuaciones urbanísticas, ya que aunque se han urbanizado muchas de las calles del barrio, hay decenas de proyectos, con financiación europea o no, que sigue atascados en los trámites administrativos.

Para Pepa Dasí, este tercer aniversario del pacto político del Centre d'Octubre debe servir para que los dirigentes municipales tomen conciencia, si todavía no lo han hecho, de la necesidad de avanzar y hacerlo con celeridad.