Labradores de la huerta de Campanar-Benimàmet, apoyados por la Asociación de Vecinos de Campanar, presentaron ayer alegaciones en el Ayuntamiento de València al proyecto de nueva canalización de agua entre la Estación de tratamiento de agua potable (ETAP), en Manises, y la Red metropolitana de Agua, en València, que cruzará dicha zona de huerta.

Los labradores, que se reunieron la semana pasada con el presidente del Emshi, el concejal Vicent Sarrià, y con responsables de la Concejalía de Agricultura, se mostraron «muy sorprendidos» porque el diseño de la canalización se ha hecho «sin ningún tipo de diálogo con el colectivo, por lo que el resultado es claramente lesivo para sus intereses».

Los productores de Campanar y parte de Benimàmet criticaron la gran cantidad de campos que se verán afectados (en torno a 246 parcelas), lo que a su juicio perjudicará a muchos labradores de la zona. De igual manera, consideraron que la duración de la obra, 18 meses, paralizará demasiado tiempo las cosechas. Por último, el colectivo de labradores también expresó su temor a los problemas de riego que se puedan crear en toda el área, por el corte de las acequias y caminos. Hay que tener en cuenta que los trabajos tienen prevista una afección de 25 metros de amplitud, lo que prácticamente destrozaría la continuidad de muchas parcelas y obligaría a dejar los campos sin cultivar durante año y medio.

Para la Asociación de Vecinos, este proyecto «está en clara contradicción con el discurso y los programas de promoción y defensa de la huerta que promueve este ayuntamiento», por lo que pidió reconsiderar la propuesta. Al mismo tiempo, todos los agentes coincidieron en subrayar que entienden que la nueva obra es necesaria para la gestión de las aguas de la ciudad, pero expresaron que el proyecto concreto es claramente mejorable.

En concreto, los labradores se refieren al proyecto de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) de nueva conducción desde la ETAP de la Presa de Manises, a la red metropolitana de agua en alta, tramo III, desde N-220 a Mislata y València. Actualmente está en marcha la fase de exposición, aunque los labradores exigen su paralización para estudiar otras alternativas.

Además de que afectará negativamente a huerta de máxima calificación, según la nueva Ley de l'Horta, consideran que el estudio de impacto ambiental redactado en 2012 se ha quedado completamente desfasado ya que no tiene en cuenta la protección del terreno.