A las 10:00 horas ya se palpaba el nerviosismo en la plaza. Todo comenzó a organizarse entorno a la puerta de la Basílica que recae sobre la Plaza de la Virgen, donde se agolpaban los devotos para ver salir a la Mare de Déu. La Policia se blindó en el escenario, donde antes se ofreció la eucaristía, para que nadie subiera a la salida de la Virgen. Fue una de las indicaciones que la Archicofradia dio esta semana, la prohibición de subirse al tablado, cuando anunció que los "Eixidors", los voluntarios que ayudan a la imagen a salir de la basílica y llevarla a la Catedral, contarían con la ayuda de los agentes para reforzar la seguridad de todos.

Con riguroso cumplimiento del horario, a las 10:30 la imagen de la Geperudeta salía por la puerta de la Basílica envuelta en un damasco de seda naranja rodeada por los "vixca" de los devotos que la esperaban en la plaza.

Todo el recorrido hasta la catedral transcurrió con normalidad: primero, la vuelta por la plaza alrededor de Neptuno, mientras hacían "volar" a los niños para tocar la imagen. Los hubo de todas las edades, desde neonatos hasta aquellos que con 4 ó 5 años fueron ágiles para llegar hasta la Virgen entre las manos de los portantes del paso. La calle Micalet, con su estrechez característica, dejó las mejores imágenes de los vaivenes que daba la Geperudeta llevada por sus fieles.